En los últimos años se habla mucho de las energías renovables. Como la panacea y salvación del planeta. Los más escépticos no creemos que este tipo de energía vaya a salvar al planeta de la hecatombe a la que está siendo conducido por la humanidad. Sin embargo, si creemos que hacer algunos cambios es favorable para que esa hecatombe, se produzca lo más tarde posible. Tan tarde que para ese momento, hayamos encontrado una solución real a todos esos problemas que hemos causado al planeta.
De cualquier modo, aunque las renovables están en pleno auge y en boca de todos, lo más probable es que haya una inmensa mayoría que, no tiene muy claro de que se trata. Más allá de la energía solar o eólica, no existe otro horizonte energético para la humanidad. Al menos a bote pronto. A todos nos suena la biomasa, la energía hidroeléctrica o la geotérmica, eso sin duda. Ahora, de ahí a que comprendamos su funcionamiento y las ventajas que puede proporcionar, hay un camino. Camino que vamos a recorrer en este artículo.
Son muchos los medios de obtener algún tipo de energía renovable. Aunque se dedican por igual a las energías renovables que a la construcción o las reformas, han sabido explicarnos con claridad todo lo necesario sobre las energías más verdes. Como por ejemplo, que se trata de energías consistentes en fuentes naturales e inagotables de energía. Este tipo de energía, contribuye a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y la sostenibilidad, a nivel global. Las energías renovables proceden de diversas fuentes y, a razón de las mismas, se denominan. Por lo que encontramos la solar, la eólica, la hidráulica, la geotérmica, la mareomotriz, la biomasa y el biogás. Todas ellas, esenciales para alcanzar la transición energética.
Características de la energía renovable
Lo que hace que una energía se considere como renovable, es su bajo impacto en el medio ambiente. Esto es debido a que no generan residuos, por lo tanto, al no generar desperdicio, el planeta no se ve amenazado. Además se trata de fuentes de energía ilimitada y autóctona, puesto que en función de las características del lugar en particular, se pueden desarrollar. Como nos cuentan los expertos en renovables y profesionales de la construcción de Lopsa, en aquellos países en los que disponen de más horas de luz solar al año, la energía solar es una de las más generadas. En el caso de zonas donde se producen vientos fuertes, optan por la energía eólica.
En consecuencia, este tipo de energías, están predestinadas a convertirse en la fuente de electricidad más rentable para el planeta y su desarrollo económico. Cuando este tipo de energía se genera con la visión integrada en la cadena de valor, desde su punto de producción hasta el proveedor, además de con vistas a mitigar el impacto sobre el territorio, se convierte en plenamente sostenible. A través de la creación de valor compartido, como son el enfoque hacia la economía circular y el compromiso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONY, este tipo de energías refuerzan la respuesta sobre cuál es la energía del futuro.
Por supuesto, no podemos continuar sin hablar sobre las ventajas y beneficios que supone contar con energías renovables. Tanto a nivel medioambiental, como económico o hacia las personas. En primer lugar, recordar que se trata de una fuente inagotable y siempre disponible en la naturaleza. Además de que se trata de una energía respetuosa con el medio ambiente, puesto que con su uso, se reducen las emisiones de CO2. Es versátil, debido a las diferentes tecnologías disponibles, es posible producir alguno de sus tipos en prácticamente cualquier lugar del mundo.
A consecuencia de la innovación tecnológica, se encuentra en constante evolución, lo que se traduce en que la producción de este tipo de energías, sea cada vez más eficiente. Lo que implica que a gran escala sea cada vez más rentable. Sin olvidar que genera empleo y, en el futuro, la economía verde proporcionara trabajo en el sector.
Algunas energías renovables al detalle
No podemos hablar en profundidad de todas las energías renovables disponibles. Pero si podemos mencionar sus aspectos más destacados, empezando por una de las más importantes y, por supuesto, conocidas: la energía solar.
Se trata de un tipo de energía renovable, consistente en el aprovechamiento de la radiación electromagnética que procede del sol, mediante células fotovoltaicas, colectores solares o heliostatos. Puede ser de dos tipos: fotovoltaica o térmica, siendo la primera la que produce electricidad directamente a partir de la radiación solar; en tanto que la segunda, aprovecha la energía solar para generar calor.
La energía solar es una de las energías renovables que más posibilidades tiene a la hora de su desarrollo. Esto es así debido a que el sol, en mayor o menor medida, se puede aprovechar como fuente de energía en cualquier parte del globo. Por lo que puede ser la solución ideal en aquellos lugares en los que la exportación de energía, revista mayor complicación y resulte más costoso.
Pasamos a otra energía más que conocida: la eólica. Como no puede ser de otra manera, el viento es el responsable de que se genere la energía cinética que se obtiene, a consecuencia del movimiento que provoca cuando mueve las palas de un aerogenerador. Los parques eólicos suponen una excelente solución en numerosas regiones, el bajo coste de la producción eléctrica y su carácter no contaminante, lo avalan.
Muchos de estos parques eólicos los vemos a pasar por diversos lugares deshabitados. Sin embargo, muchos de ellos se construyen en el mar. Esto es así debido a que el viento es más estable frente al mar que en medio del campo. Pero juega con un factor negativo, el coste de construcción se incrementa a consecuencia de la complejidad de la misma.
No puede faltar en la lista de las energías renovables más conocidas, la energía hidráulica. Este tipo de energía, aprovecha el movimiento del agua para generarse. Para obtenerla se aprovecha la energía cinética y potencial de los saltos de agua, corrientes o mareas. La fuerza de la misma, provoca el movimiento del agua, lo que provoca que se muevan las turbinas que se encuentran conectadas a transformadores, convirtiendo el movimiento en energía eléctrica.
No contamina y debido a que se produce, a consecuencia del ciclo del agua, se considera inagotable. No obstante, como sucede con la energía eólica, tiene un factor negativo: la construcción de presas o sistemas de retención, pueden provocar impacto en el medio ambiente si no se proyectan de forma adecuada.
Es el turno de la energía geotérmica. Como bien sabemos, la Tierra emite calor. De ahí que este tipo de energía se base en aprovechar el calor que se produce de forma natural en el interior de la corteza terrestre. Estas características, hacen que este tipo de energía se considere una buena alternativa para obtener energía térmica, sea para uso industrial o doméstico. Puede llegar a ser un tipo de energía muy beneficioso en los países de desarrollo, ya que puede utilizarse para el secado de alimentos o la pasterización y esterilización de la leche.
Nos vamos a los océanos y encontramos la energía mareomotriz que, demuestra como la fuerza de las mareas, es capaz de generar energía. Este tipo de energía renovable aprovecha el movimiento de las mareas, en tanto que su hermana, la energía undimotriz, hace lo propio pero con la fuerza de las olas. La metodología es simple: pasa por la instalación de generadores que aprovechan el movimiento del agua del mar, de manera similar a como lo hacen las eólicas.
La biomasa y el biogás son otras de las alternativas para crear energías renovables. En este caso, para llegar al biogás, es necesario disponer de la biomasa. Para los que se pregunten qué es esto de la biomasa, diremos que se trata de la materia orgánica, procedente de plantas, árboles y deshechos de animales que puede ser utilizada como fuente de energía. Para realizar la conversión se requieren digestores anaerobios, unos dispositivos que se utilizan para procesar este tipo de residuos orgánicos. Una vez procesados, se obtiene el biogás, un gas compuesto por metano y dióxido de carbono en proporciones variables.
Por último, tenemos el bioetanol y el biodiesel. El primero de ellos es un combustible renovable que se produce a partir de residuos o cultivos sostenibles. Al tratarse de un tipo de biomasa de origen vegetal, se considera como energía renovable ya que su uso, disminuye en gran medida la emisión de gases nocivos. Por otro lado, el biodiesel es un combustible cien por cien vegetal y biodegradable, por lo que se trata de un tipo de energía renovable e inagotable que no genera residuos tóxicos. Su producción se lleva a cabo mediante un proceso de refinado a partir de una amplia variedad de aceites y grasas. Se puede utilizar en motores diésel de alto rendimiento, producir calor y energía.
En conclusión, las energías renovables cobran cada vez más fuerza y están encontrando un lugar en nuestras vidas. Esperemos que esta evolución imparable, realmente no pare y podamos decir en un futuro cercano que, toda la energía, procede de fuentes renovables.








