Hace poco más de un año me lancé con una empresa de camisetas online, hacemos muchos envíos a diferentes puntos de España.
Al principio, no le dábamos tanta importancia al packaging, ni a la calidad del embalaje e íbamos tirando con cualquier sistema de envío barato, utilizando paquetes que improvisábamos con bolsas, y sin apenas cuidar su diseño.
Entonces, una amiga experta en packaging me llamó la atención de lo importante que es el código visual que empleamos a la hora de enviar nuestro producto.
A decir verdad, puede que nunca le hubiera dado al packaging la importancia que tiene, quizás más por ignorancia que por cualquier otra cosa, pero poco a poco empecé a fijarme con más detenimiento en el diseño de packaging de otras empresas de mi competencia.
Mi amiga estaba en lo cierto en que un buen packaging puede atraer la atención de los clientes y ser la principal ventana de comunicación hacia el consumidor. Está claro que la presentación de un producto es fundamental, y hay que cuidarla al máximo ya que es un elemento más que puede determinar que el producto sea un éxito, o un fracaso.
Un buen packaging transmite un mensaje sobre la imagen de marca, nos habla del producto que contiene y se convierte en la mejor carta de presentación. Aspectos como lo funcional, lo reutilizable que sea y que su diseño sea atractivo son esenciales para que el envase se convierta en un valioso añadido al producto final.
El packaging se refiere al proceso de diseño, evaluación, y la producción de paquetes, digamos que podemos describirlo también como un sistema coordinado de preparar mercancías para el transporte, el almacenaje, la logística, la venta y el empleo final por parte del cliente.
En definitiva, packaging contiene, protege, conserva, transporta, informa, y se vende, así que estaba claro que tenía que replantearme la manera en que estaba haciendo las cosas en lo referente al packaging de mi producto.
Me pareció fundamental empezar por el uso de cajas de cartón en lugar de bolsas, así que dediqué bastante tiempo en la búsqueda de proveedores de cajas de cartón, quería encontrar cajas de alta calidad y de diferentes tipos para asegurarme de que el binomio funcionalidad-diseño se cumpliera.
Finalmente, y después de buscar diferentes opciones de proveedores de cajas de cartón en Madrid, recurrí a mi amiga experta en packaging que me recomendó Cartonajes Mimo, lo bueno de esta empresa es que dispone de cajas de cartón de alta calidad, tanto de cajas de cartón estándar, como plegables y troqueladas con lo que teníamos resulta la parte de la materia prima para nuestro packaging.
Y ya que mi amiga era una verdadera experta en el tema, también contrate sus servicios para el diseño de un packaging adecuado a los valores e identidad de mi producto. El resultado no se hizo esperar y se tradujo en un aumento considerable en las ventas.
Como resultado de esta nueva inversión en packaging, siempre había muchas cajas que no terminábamos usando y acababan apiladas en el almacén. Como no quería tirarlas porque las cajas estaban realmente bien, dejé que se fueran acumulando mientras pensaba en algo que pudiera hacer con ellas.
Estoy muy concienciada con todo el tema medioambiental, siempre reciclo todos los materiales que uso, sobretodo el plástico ya que es uno de los materiales más nocivos para el medio ambiente, sabía que al final se me ocurriría algo para reciclar todas esas cajas de cartón.
Pasaba el tiempo y seguía sin ocurrírseme nada que hacer con ellas, más y más cajas se acumulaban en el almacén, por suerte pensé en mi hermana.
Mi hermana había estudiado Bellas Artes y siempre tenía soluciones muy creativas, además de ser una apasionada de las manualidades. Le enseñé mi almacén lleno de miles de cajas y me dijo que no me preocupara que seguro que se le iba a ocurrir algo que hacer con ellas.
Efectivamente, al poco tiempo empezó a venir con diferentes ideas para sacar partido de esas cajas de cartón de tan buena calidad que me sobraban. Se le ocurrió que podía ser un material perfecto para hacer juguetes reciclados, ya que es un material muy moldeable y resistente.
Al final, además de reciclarlas podría darles a todas esas cajas sobrantes un uso divertido, a la vez que las reciclaba en vez de se quedaran apiladas en mi almacén.
Empezó con sencillos diseños que les daba a sus hijos y a los míos, y cada vez se le iban ocurriendo más ideas, y cómo partía de un material tan bueno le quedaban unos juguetes de cartón estupendos.
Ideas para Juguetes elaborados con cajas de cartón
Entre algunas de las originales ideas de diseño con cajas para juguetes reciclados, mi hermana empezó con ideas sencillas que decoraba con acrílicos.
Ideas para hacer Coches de Cartón decorando las cajas con diferentes diseños y colores.
Ideas para hacer Casitas de muñecas, con algunas de las cajas más grandes podemos hacer los huecos de puertas y ventanas, jugar con separar diferentes espacios para los dormitorios, la cocina y añadirles detalles en miniatura de muebles.
Ideas para hacer Peceras de Colores. Esta es una idea para la que es mejor emplear una caja grande, un par de cartulinas de colores, lana cápsulas de café para que los peces puedan subir y bajar.
Futbolín de cartón, una muy buena idea para hacer con una caja de cartón, unos palillos y unas pinzas a modo de jugadores.
Pasarelas de cartón, una máquina de juegos como las de las ferias que podemos hacer con una caja grande, unos rollos de cartón como los rollos de papel de cocina y unas bolas de colores.
Una cámara de fotos de cartón con un trozo de rollo de papel higiénico para hacer el objetivo, una bobina de hilo para el carrete, un botón para el visor, un palo de polo pintado donde pondremos el nombre que queramos y un cordel.
Poco a poco, la colección de juguetes de cartón iba en aumento y, si en un principio, eran nuestros hijos los que más jugaban con todos estos nuevos juguetes de cartón, otras madres los encontraron muy divertidos, además les parecía una muy buena idea como juguetes ecológicos y creativos y empezaron a pedirle más juguetes.
Parecía mentira, pero la idea de hacer juguetes para reciclar cajas de cartón gustaba mucho, así que mi hermana empezó a escribir un blog para compartir sus diseños de juguetes. El blog tenía cada vez más seguidores.
Al final el proyecto creció tanto que mi hermana acabó haciendo manuales y montándose su propia tienda de juguetes de cartón.
También daba talleres para concienciar a niños y adultos de la importancia de reciclar todo lo que pudieran, y darles nuevos usos a materiales que, en un principio, estaban destinados a la basura.
Lo cierto es que, viéndolo con perspectiva, resulta muy curioso lo mucho que puede dar de sí un buen packaging.