Financiación para empresas emergentes

Tener una empresa puede resultar un quebradero de cabeza. Sobre todo cuando falta la liquidez, el negocio no funciona o se quiere emprender. Por otro lado, resulta gratificante poder decir que tu negocio prospera y funciona como es debido. No se trata de enriquecerse (aunque eso está muy bien), si no de obtener beneficios para vivir bien. En cualquier caso, las empresas, como las personas, en muchas ocasiones, requieren de financiación, tanto para su creación, como para su desarrollo.

Como es muy habitual hablar de préstamos para particulares, hipotecas, créditos y demás, hemos convenido hacer lo propio pero a nivel empresarial. Proporcionando información relativa a algunas formas de financiación destinadas a las mismas y como se pueden conseguir. Todas ella pensadas y diseñadas, para ayudar a crecer los negocios.

Para iniciar un negocio, no basa con una buena idea. Son muchas cosas las necesarias para dar luz verde a un proyecto empresarial. Llevar a una empresa desde la etapa inicial hasta lograr un crecimiento significativo, requiere una inversión considerable, tanto de tiempo, como de dinero. Obtener un préstamo para crear un negocio, es sustancialmente más complicado que pedirlo para mantener una empresa ya establecida, sobre todo cuando no se cuenta con un buen historial financiero a título personal, o cuentas con la experiencia necesaria. No obstante, son muchos los emprendedores que tienen éxito con los diferentes tipos de préstamo y métodos de financiación.

En este artículo, pretendemos abordar algunas de las mejores opciones de financiación para startups, que permiten hacer realidad una nueva idea de negocio. Este tipo de financiación, no es un tipo específico de préstamo, se trata de préstamos que se utilizan para abrir un negocio. El propietario del negocio puede necesitar el dinero para ayudar a desarrollar el producto o servicio, contratar empleados, arrendar más espacio o equipo, invertir en marketing o comprar inventario. Los préstamos para startups pueden incluir financiación para empresas que ya han iniciado su andadura, pero se encuentran en etapas iniciales.

Préstamos sin crédito

Estos préstamos destinados a las empresas emergentes, por lo general, no requieren de crédito empresarial o disponer de elevados ingresos. Los prestamistas, sabe que ponen su dinero al servicio de una nueva idea. Aunque el crédito personal y la experiencia en el sector elegido, pueden afectar la elegibilidad y los términos del préstamo. De igual manera que pueden utilizarse diferentes tipos de financiación, rápida y flexible, para pequeñas empresas, mediante préstamos y anticipos de efectivo.

Las razones que pueden llevar a la necesidad de obtener financiación para una empresa son diversas. A razón de lo que nos explican los expertos en financiación alternativa de Workcapital, existen numerosas circunstancias en las que puede ser necesario recurrir a financiación, a través de un préstamo para negocios emergentes. Por lo que vamos a enumerar las más relevantes:

  • Compra de inventario. Con un préstamo de esta índole, se pueden mantener en stock los productos más vendidos, asegurar descuentos por compras al por mayor, explorar una nueva línea de productos y tener más control sobre la cadena de suministro.
  • Este tipo de préstamos, son de gran utilidad a la hora de optimizar el SEO, colaborar con influencers, lanzar un programa de recompensas o referidos, invertir en marketing pagado en redes, búsqueda…
  • Desarrollo de productos. Con la financiación necesaria, se puede dar vida a las ideas de producto realizando prototipos, invirtiendo en investigaciones de mercado, lanzando nuevos productos y colecciones…
  • Adquirir talento. Así es, puede pedirse financiación para invertir en la contratación de expertos y contratistas, competir por los mejores candidatos, promover a los empleados y explorar maneras de fomentar el crecimiento profesional del equipo.

Cabe la posibilidad de que para poner en marcha la idea, haya que recurrir a varias rondas de financiamiento, por lo que conviene dar unos pasos básicos como preparar la presentación, revisar las calificaciones y comprobar cómo se califica en el momento de la solicitud.

Por lo tanto, lo primero que se debe hacer, es crear un plan de negocio. Los prestamistas quieren comprobar que has pensado en todo lo necesario, desafíos y oportunidades del negocio, organización, gestión, estrategia, etc.

Evaluar el crédito personal es otro de los aspectos a considerar. Este factor puede ser determinante a la hora de calificar para la financiación, las tasas y los términos del contrato.

Si la empresa ya está creada, no hay que olvidar que también cuenta con su propio perfil crediticio. Establecer ambos perfiles de forma separada, puede ayudar a aumentar la credibilidad de cara a los prestamistas, mejorando el acceso a la financiación.

Comparar los diferentes tipos de préstamo a los que se puede optar, para encontrar los prestamistas que ofrezcan el tipo de préstamo necesario.

Con todos estos pasos previos hechos, llega el momento de solicitar el préstamo correspondiente. Resulta de gran utilidad reunir estados financieros, declaraciones de impuestos y licencias comerciales y tenerlos a mano, llegado el momento de realizar las solicitudes. No hay que olvidarse de revisar los requisitos de elegibilidad y solicitud que ofrecen los prestamistas y comparar las opciones para elegir la más adecuada.

Opciones de financiación para empresas

Dentro de las opciones posibles para obtener financiación, podemos encontrar las que siguen a continuación.

En primer lugar, existe la posibilidad de autofinanciación. Muchos de los propietarios de nuevas empresas, pueden obtener préstamos personales o incluso, recurrir a sus ahorros para financiar su negocio. Puede hacerse mediante un préstamo sin garantía, tarjetas de crédito empresariales, una segunda hipoteca o pidiendo un prestado contra las cuentas de jubilación. Se trata de opciones útiles cuando existen dificultades para calificar para un préstamo empresarial o se quiere tener la propiedad total del negocio sin ceder parte a un inversor. El punto negativo es que se pueden poner en riesgo los activos y los ahorros personales.

También es posible obtener financiación por parte de amigos y familiares. En este caso, se puede ofrecer una devolución con interés de propiedad o permitir que compren parte del negocio y, obtener ganancias si el negocio prospera. Es posible que amigos y familiares no requieran hacer un chequeo de crédito y te ofrezcan mejores condiciones que un prestamista. Hay que considerar lo que puede suceder con las relaciones personales en caso de que el negocio fracase y no se pueda devolver el préstamo.

Dentro de lo más convencional, se pueden buscar préstamos de negocios en cooperativas de créditos locales, bancos comunitarios y organizaciones sin ánimo de lucro. Las tasas, términos y requisitos pueden varia a razón del prestamista, pudiendo darse el caso de que los prestamistas más pequeños, estén dispuestos a trabajar contigo basándose en la experiencia personal de los grandes bancos o prestamistas.

Una de las opciones a las que más se suele ocurrir es el crowdfunding en línea. Esta alternativa de financiación, permite que se organice una campaña online para recaudar dinero de desconocidos y conocidos por igual. Existen cuatro tipos de crowdfunding: de deuda, capital, donación y recompensas. Con el capital, se recauda el dinero a concesión de parte del negocio, mientras que con un préstamo o bono, se asume una deuda que se reembolsa con intereses. El de donantes no se utiliza demasiado, debido a que las empresas emergentes no tienen mucho que ofrecer. Aunque se puede considerar una campaña basada en recompensas.

Las subvenciones para pequeñas empresas son otra opción de financiación, existen de diverso tipo: corporativas, locales, estatales y federales para pequeñas empresas. Esta forma de financiación puede ser una excelente opción, ya que no es necesario devolver el dinero. Sin embargo, el negocio debe estar alineado con los objetivos de quien los concede, por lo que puede ser un proceso de solicitud competitivo.

Utilizar la financiación basada en los activos comerciales existentes como garantía, puede ser un tipo de financiación muy útil en caso de contar con finanzas sólidas, pero sí se dispone de activos como bienes raíces, cuentas por cobrar o inventario. La cantidad del préstamo, suele ser un porcentaje del valor de los activos, previamente tasados. Como ejemplo, un prestamista puede ofrecer el equivalente al setenta por cien del equipo y al ochenta por cien de las cuentas pendientes de cobrar. Los fondos se pueden utilizar para cubrir los costes operativos inmediatos, reembolsando el préstamo una vez se vayan cumpliendo los pedidos.

Existen también las líneas de crédito empresarial que proporcionan un acceso continuo a financiación para la empresa. A diferencia de lo que sucede con un préstamo, no se recibe la cantidad total por adelantado. En este caso, se retira el dinero de la línea de crédito que contará con un límite, sobre lo que se puede pedir prestado. Proporciona mayor flexibilidad que un préstamo, ya que solo se pagan los intereses sobre la cantidad pedida.

Otras opciones son la financiación de facturas, la tarjeta de crédito empresarial, los préstamos a plazo en línea o la financiación de facturas. Como se puede ver, hay opciones de todo tipo y para toda necesidad. En cualquier caso, para poder solicitar cualquier tipo de financiación hay que contar con las posibilidades reales de poder devolver el préstamo. Para ello, evaluar la situación, crear un buen plan de negocio y comparar las diferentes opciones de financiación posibles, es fundamental. A parte de todo esto, por supuesto, hay que creer en el proyecto y luchar por él.

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