La naturaleza es caprichosa y muchas veces para mal. Uno puede caer en depresión por motivos hereditarios ¿hizo uno algo para merecer esto? Pues no, pero por h o por b o por los malditos genes, tu abuelo la padeció y a ti te toca.
En mi caso el pasado año fue bastante malo en lo laboral y personal. Esta fue quizás la bomba que faltaba para que me quedase sin ganas de hacer nada. Te encierras en tu casa y no quieres saber de nadie. Todo se me hacía comer y beber para olvidar.
Una enfermedad silenciosa
Mi madre que me vio así me dijo que tenía que recibir ayuda e ir al médico. Yo daba largas, ya que no tenía ganas de ir a un médico. Dentro de mí, sabía que había algo mal, pero me asustaba enfrentarme a ello. Al final son los miedos que tiene uno.
Pero bueno, vi a mi madre y resto de familia bastante preocupados y me animé a dar el paso. El marido de mi hermana conocía a un psicólogo que podía ayudarme con el tema, ya que había tratado a un primo suyo con éxito.
Finalmente acudí a psicologozaragoza.net, donde, pese a los miedos al principio, poco a poco fui abriéndome y contando en varias sesiones como me sentía. No es fácil que una persona se abra cuando se ha cerrado durante tanto tiempo.
Siempre he sido bastante escéptico con los psicólogos, pero son de verdad ayuda. Las personas con depresión bipolar necesitamos tomar ciertos medicamentos y seguir un tratamiento. Lo bueno es que uno va y como te escuchan, ven como poco a poco vas mejorando.
Desde el primer momento fueron sinceros y esto sin luchar de verdad por querer ponerse bien no se soluciona. Sé también que existe el riesgo de recaídas, por lo que no hay que bajar la guardia.
Cuesta mucho afrontar los problemas, pero sí que aconsejo luchar contra estas situaciones. Actualmente todavía parece que queda algo de resquemor a ir al psicólogo, cuando al final es un profesional que trata las posibles patologías que podamos tener. Esto pesa mucho en el subconsciente de las personas y por eso nos cuenta quizás ir a que nos traten.
Yo pensaba de verdad, que no iba a servir para nada. Aunque estaba hundido, yo creía que veía las cosas claras, pero ahora sé que estoy equivocado. No hay forma de salir de este pozo de no echarte una cuerda para salir de él. Para mí, la cuerda ha sido acudir a los servicios de este gabinete psicológico.
Así que ya sabes, si de verdad sientes que algo no va bien y tienes un problema, acude a un profesional. En mi caso he tenido suerte de ir a un centro de verdaderos profesionales interesados por mi problema. Esto es lo más importante, luego es seguir sus consejos, abrirse y poco a poco irás viendo cómo es posible de salir de cualquier situación, por complicada que nos parezca.
Desde aquí, quiero dar mi apoyo a todos aquellos que sufren esta enfermedad tan dura como silenciosa.