En la antigua Grecia el ocio se conocía con la palabra “skholé” y se trataba de un término que estaba reservado únicamente a los hombres libres que, curiosamente en aquella época eran aquéllos que estaban libres de carga laboral.
Hay quienes disfrutan más de su trabajo que otros, pero independientemente de ello, el hecho de estar activo y tener una rutina ayuda a mantener un cierto equilibrio en muchos aspectos de la vida, además de ser beneficioso para la autoestima.
Por ello, cuando llega la edad de jubilación y termina esa fase activa de nuestras vidas son muchos los problemas que pueden plantearse si no diseñamos un plan alternativo para estructurar ese renovado ocio.
Podemos considerar la Tercera Edad como una de las etapas más largas de la vida, dado el aumento en la esperanza de vida que se experimenta en la actualidad, gracias a los avances científicos y las mejoras en el mundo de la salud.
Hay que tener cuidado con delegar esta etapa a un segundo plano y reducirla a la inactividad y la pasividad, cuando existen alternativas muy interesantes para evitar los problemas que puede suponer la inactividad de esta etapa vital.
Proyectos y soluciones para una Jubilación más activa
Existen muchas posibilidades a la hora de sacar partido de esta nueva situación vital que llega con la jubilación. Y es que, no hay porque entender el hecho de no desarrollar un trabajo remunerado con las múltiples opciones de ser útil y estar activo en la sociedad.
No cabe duda, de que son muchas las personas mayores que empiezan ilusionados esta etapa vital pero que al pasar las primeras semanas de inactividad, empiezan a caer en el desánimo y hasta en estados de depresión y ansiedad.
Por ello, es tan importante que antes de llegar a esta etapa nos planteemos un buen plan de acción, estudiando todas nuestras opciones para sacar el máximo partido a todas las posibilidades que nos ofrece no tener que desarrollar un trabajo remunerado.
Esta nueva etapa de la vida puede ser una oportunidad para desarrollar una pasión que no pudimos llevar a cabo con anterioridad, también podemos optar por retomar o iniciar estudios en la Universidad para Adultos.
Son actividades que ayudarán a quienes se encuentren en la etapa de jubilación a sentirse autor realizados, siendo el aprendizaje una de las formas más interesantes de autorrealización.
Además, existen interesantes alternativas a las residencias, opciones como los apartamentos tutelados son una estupenda forma de que aquellos que precisen una atención especial, por sus condiciones de salud, puedan seguir manteniendo su independencia.
Este es el caso de un profesor de Universidad, amigo de mi padre que al jubilarse se decidió por esta opción, acudiendo a Sanvital, una residencia en Madrid que cuenta con apartamentos tutelados con toda la calidez de un hogar propio y con el añadido de una atención personalizada.
De este modo, mantuvo su independencia y hasta decidió seguir dando clase, de forma totalmente voluntaria, ya que para él el trabajo no tiene por qué ser únicamente aquél del que se obtiene una remuneración. Además de participar como voluntario en múltiples actividades de ocio y cultura, como hacer de guía en algunos museos. La jubilación supuso para él una gran oportunidad de aprovechar su tiempo en cosas que le apasionaban y seguir sintiéndose pleno y al servicio.
Otro de los proyectos que han surgido como respuesta a la problemática de la soledad en la que terminan encontrándose muchas personas de edad avanzada, sobre todo en las grandes ciudades, es el proyecto de Marcos Böcker, el programa Convive, que une a estudiantes de 7 universidades madrileñas con personas mayores con el mismo doble objetivo de alojamiento para unos y acompañamiento para otros.
Hace poco que conocí este proyecto y se lo recomendé a algunos jóvenes como una oportunidad muy interesante de convivencia con beneficios para ambas partes.
Está claro que son muchas las alternativas interesantes para plantearnos una jubilación activa, aunque puede que aún quede mucho por hacer en cuanto a políticas sociales que integren mucho más a quienes entran en la edad de jubilación.