Sostenibilidad hidrológica, objetivo 3.0 de España en 2019

Mucho se habla estos días del mes de abril de las lluvias que han estropeado las vacaciones a aquellos que acudían al litoral valenciano para gozar de sol y playa. La realidad es que estamos acostumbrados al buen tiempo y esto ha hecho que la gente haya olvidado el refranero español que dice en Abril, aguas mil. Lo que parece mentira es que en el país en el que vivimos nos lamentemos cuando llueve, pues no solamente es lo que toca en esta época del año, sino que además es lo que necesitamos, agua, mucha agua.

En algunos lugares ha llovido de manera torrencial, mientras que en la capital Alicantina ha sido más moderado, pero a pesar de ello y con todo, los embalses por suerte se han llenado y nos asegura el abastecimiento de agua lo que queda de año. Pero esta bendición del cielo que nos ha llegado no debe hacernos olvidar que estamos andando sobre el filo de la navaja, es decir, debido al cambio climático, ese fatídico cambio climático que algunos ignorantes, por suerte cada vez menos, se empeñan en negar, no solamente se está produciendo un deshielo más que preocupante sino que el comportamiento del tiempo está cambiado con consecuencias terribles para nuestro planeta. La escasez de lluvia, con episodios aislados de lluvias torrenciales, durante todo el año es una consecuencia de ello, y en una región árida y seca como la del litoral valenciano o el sur de España esto no hace otra cosa que agravar la situación.

El cambio climático aumenta la crisis hidrológica de España

Para hacer frente a esto, para asegurar el abastecimiento de agua, tanto para el consumo poblacional como para el regadío, existen alternativas como las depuradoras de aguas residuales y las desaladoras. Pero estas alternativas como todo en ciencia y tecnología requiere de una inversión que está lejos de conseguirse porque en este país solo se invierte en turismo, o sea, en hoteles, campos de golf y piscinas. Esta situación es lamentable pues no solamente se ignora la crisis ambiental que sufre todo el planeta, sino que se está queriendo disfrazar la verdadera situación que sufre nuestro país. No solamente no existe una verdadera concienciación ciudadana respecto al consumo del agua sino que tampoco existe a nivel político, de aquellos responsables de tomar las medidas necesarias para lograr el bien común y sobre todo asegurar el bien de nuestros hijos y nietos.

Otro problema es que la agricultura de regadío en España en su mayoría no es eficaz, se pierde más agua de la que se necesita para los cultivos de regadío, bien por pérdidas debido a la mala situación de las infraestructuras, bien porque las técnicas de regadío no son eficientes y se tira más agua de la que el cultivo necesita. Al final es todo una cuestión de mala planificación como podemos ver y la solución no es la política de trasvases. Los trasvases requieren también de inversión y creación de infraestructura que además hay que mantener y no resultan muy éticos, además de productivos, los trasvases del Ebro o del Tajo – Segura, sobre todo cuando en una región como la del litoral valenciano no se invierte nada en depuradoras o desaladoras mientras lo único que se hace es construir y pretender mantener con esos trasvases hoteles, piscinas y campos de golf.

El turismo como fuente de ingreso está muy bien, pero debemos que el turismo no es sostenible en estos términos, soportar la demanda de tanta gente, tanto local como foránea, es muy complicado puesto que no existen los recursos hídricos suficientes. Es por ello que se necesita y se debe invertir en infraestructuras desaladoras y depuradoras de agua. Con ellas podríamos asegurar que no se desperdiciara agua innecesariamente gracias a las depuradoras de aguas residuales y aumentaríamos los recursos con las desaladoras, serían unas fuentes de recursos hídricos excelentes tanto para la agricultura de regadío, ganadería, como para los complejos turísticos así como el consumo poblacional en época de escasez.

Al final debemos concienciarnos de cuál es el problema que existe con el agua en este país, la falta de lluvia, la mala gestión de los recursos y la escasez de inversión. Los especialistas del sector de Plantas de osmosis señalan que estas plantas para obtener mayores recursos de agua pueden perfectamente funcionar con energías renovables, o sea, con la energía solar y eólica por lo que sería perfectamente posible que se instalasen en zonas como el litoral valenciano donde la mayor parte del año hace sol, por no olvidar que cuando más turistas hay en las zonas turísticas, y por lo tanto mayor demanda de agua, es en verano.

Esperemos que dejen de una vez de lado los antiguos planes hidrológicos que se basaban en trasvases anacrónicos de agua y que se invierta más y mejor en depuradoras y desaladoras de agua para hacer frente a este gran problema que tenemos con la escasez de agua en este país.

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