Muchos de nosotros estamos viviendo una de las épocas más duras de nuestras vidas por culpa de la pandemia y es que en pocos meses esta nos ha arrebatado por completo muchas de nuestras costumbres y hábitos. Pero no solo eso y es que la situación que vivimos en la actualidad no es nada fácil con el fallecimiento de muchos de nuestros familiares por culpa de la Covid-19, otros tantos que nos hemos quedado sin trabajo o estamos en ERTE y que subsistimos como podemos, mientras que otros directamente, sobre todo muchos empresarios, ni siquiera pueden abrir sus negocios después de más de un año. Esto, como os decimos, se traduce en que los tiempos que corren no son nada fáciles para ninguno de nosotros y es por ello por lo que siempre debemos de buscar alternativas que nos permitan ver la luz al final del túnel, ya que de lo contrario caeremos en una espiral de autodestrucción que podía llevarnos a padecer una depresión, en el mejor de los casos. Así, para evitar que esto ocurra y que sigamos sanos, os vamos a hablar de los caballos y es que estos son una buena fuente de bienestar para las personas.
Muchos de nosotros sabemos que en bastantes lugares del mundo se llevan a cabo terapias con caballos y nuestro país no es una excepción y es que, entre otros muchos sitios, la localidad castellonense de Benicarló es una de las que usa a estos animales para potenciar el bienestar de la ciudadanía. Y es que los beneficios principales de estar en contacto con caballos son su compañía, la recreación y el descanso que nos posibilitan, aunque muchas personas no son conscientes realmente de los beneficios que les puede aportar un caballo. Es por ello por lo que a continuación os mostraremos algunos de estos beneficios:
- Ayuda a personas con diversidad funcional. La investigación temprana está mostrando que montar a caballo puede proporcionar toda una serie de beneficios sensoriales, físicos, cognitivos y sociales para estas personitas.
- Compromete al lado creativo del cerebro. Estar en contacto con caballos y montarlos trae consigo desafíos diarios que le obligarán a pensar creativamente acerca de cómo resolver un problema en particular. Enfrentarse a tales situaciones le ayuda a las personas a comprometer su creatividad para resolver problemas y encontrar qué funciona mejor.
- Refuerza el carácter. El mundo del caballo enseña valores como la responsabilidad, puntualidad, deportividad, frugalidad, paciencia, compromiso, confianza y autoestima.
- Promueve una unión con la naturaleza. Estar fuera y disfrutar del aire fresco puede hacer auténticas maravillas tanto en la salud física como en la psíquica. Además, la dosis de vitamina D que se obtiene al estar al sol es esencial para tu cuerpo.
- Refuerza la masa ósea. Todo el ejercicio de peso que la persona realiza en las cuadras, incluyendo transportar el equipo del caballo al guadarnés ayuda a reforzar la masa ósea; aspecto muy importante cuando se envejecemos.
- Mejora la digestión. Montar a caballo estimula los órganos internos al igual que cuando caminamos. Esto ayuda en la función hepática y en la digestión.
Es por todo ello por lo que tener un caballo es una de las mejores opciones que podemos sopesar y es que los beneficios que nos aporta superan de largo sus desventajas. Además, este tipo de animales no solo nos aportan los anteriormente mencionado, sino que nos pueden dar muchas alegrías en lo deportivo. Así, si vosotros queréis hacer de vuestra pasión un hobby, nosotros os recomendamos que os paséis por la Yeguada Mendoza Cadema, donde encontraréis algunos de los mejores ejemplares que existen en el panorama español y que, como os decimos, os darán un sinfín de alegrías más allá de los beneficios que nos aporta un caballo convencional.
Un buen caballo conseguirá aumentar la confianza en ti mismo
Aunque la equitación es un deporte independiente, en realidad es una asociación en la que la persona actúa como un líder que trabaja con el caballo. Por ello, nada mejor para aumentar la confianza que el entrenamiento de liderazgo. Así, cuando le indicas a un animal de semejantes dimensiones que se mueva en una dirección determinada, y luego lo invitas a seguirte, lo cierto es que cuando lo hace nos produce una sensación de logro por el hecho de haberle guiado con éxito a hacer lo que se le había indicado. Además, en el caso de que el caballo no responda a la orden, el jinete es responsable de redireccionarlo de forma adecuada para que entienda lo que se le está pidiendo.