La demencia senil, un mal que ataca a todos

Hay algunas personas que piensan que ellas se pueden librar de la demencia senil, o sus padres, o sus abuelos… no saben lo equivocados que están. Todos y cada uno de nosotros sufrimos o sufriremos demencia senil en mayor o menor medida, sin excepción.

Algunos de nosotros ni nos enteraremos, porque será tan leve que nuestros despistes o meteduras de pata se atribuirán a la vejez, lo que en realidad también es correcto, y otros sufriremos este mal de manera mucho más acusada pero ¿por qué? Es muy sencillo. La demencia senil no es alzhéimer, no es una enfermedad que algunos puedan padecer y otros no, la demencia senil es la degeneración de nuestras neuronas y células del cerebro y eso ocurre, sí o sí, conforme avanza nuestra edad.

Para que lo entendáis: conforme nos hacemos mayores y nuestros músculos empiezan a degenerar caminamos más despacio, más encorvados, dejamos de poder correr y algunas personas acaban con bastones o sillas de ruedas y, esa degeneración, afecta más a unas personas que a otras atendiendo a otros factores como el estado de sus huesos, si padecen otras enfermedades que agravan la situación e incluso la calidad de vida que han llevado a lo largo de sus años mozos. Pues el cerebro es exactamente igual, sus células empiezan a degenerar poco a poco y a unos nos afecta más que a otros pero todos la sufrimos y, por eso, no termino de entender como hay personas tan frívolas que llegan hasta a reírse de aquellos que tienen una demencia senil más acuciada.

En demenciasenil.es, un equipo de profesionales es capaz de dar un diagnóstico precoz, lo cual es maravilloso porque una vez diagnosticado el problema pueden empezar a trabajar ofreciendo un tratamiento clínico-terapéutico adecuado que puede contribuir al freno del avance de la enfermedad y a la identificación de una enfermedad neurodegenerativa. Ellos son el único centro asistencial de Barcelona especializado en el tratamiento de la demencia senil y el apoyo a las familias que padecen esta enfermedad.

Sólo aquellos que la sufren y aquellos que la han visto son capaces de entender por dónde pasan estos pacientes.

Es gracioso pero no cabe la burla

La abuela de una amiga mía se enfadaba a diario cuando, a la hora de comer, aparecían los Simpsons en la tele porque no terminaba de entender por qué siempre imitaban a esa familia amarilla tan grosera, y os puedo asegurar que esa mujer ha sido realmente inteligente y muy culta para su época. Pero hablando de televisores os puedo contar otro caso, hace unos meses mi abuela se empeñó en que los presentadores de los programas podían verla y oírla desde el otro lado de la pantalla así que se levantó del sofá y se sentó delante del plasma para intercambiar unas palabras con Mariló Montero. Esto es algo que hace unos años habría sido impensable pero ahora, no entiende que le digamos que ellos no nos ven.

Hay que educar desde el respeto y hacer entender a nuestros hijos que no es algo para burlarse. ¿Podemos reírnos? Sí, yo fui la primera que no podía parar de hacerlo cuando vi a mi abuela delante del televisor moviendo los brazos mientras hablaba con la pantalla, pero jamás me burlé porque sé que es una enfermedad y sé que ella no tiene la culpa de sufrirla.

Una noticia del 11 de julio ha sacado a la luz el estudio de unos investigadores que aseguran que la dieta mediterránea detiene la demencia senil. Según este estudio, la dieta mediterránea con frutos secos y aceite de oliva favorecen la función cognitiva en personas mayores, por lo que previene o retrasa el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento que eventualmente termina e n demencia. Si es verdad o no, no lo sé, pero no estaría de más tomar frutos secos dentro de nuestra dieta y añadir siempre unas gotitas de aceite de oliva a nuestros platos. Por si acaso.

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