Importancia de la construcción sostenible

No hace falta decirlo aunque tampoco está de más. La sostenibilidad es importante, tan importante como esencial. Sobre todo si queremos que nuestro planeta no implosione y nos lleve a todos por delante. Como seres humanos, hemos cometido numerosas negligencias para con nuestro planeta. Mientras que la naturaleza sigue su propio ciclo vital y mantiene su equilibrio, los seres humanos, racionales donde los haya, hemos dejado una huella indeleble de desolación y carbono. Remediar eso, sigue estando en nuestras manos y no de la naturaleza, aunque esta, como sabía que es, a buen seguro, acabaría con la vida humana en gran medida para que el planeta siga su curso.

Como esto no es posible porque los seres humanos no lo vamos a permitir, tratamos de tomar medidas que deshagan lo hecho o, por lo menos, lo minimice. Esas medidas, se llaman sostenibilidad y se trata de un tema de gran importancia en todos los aspectos de nuestra vida y en todos los sectores. Si hablamos de empresas sostenibles, combustibles, sostenibles, productos sostenibles y un todo sostenible, no podemos dejar al margen a uno de los sectores más influyentes: la construcción.

¿Existe la construcción sostenible? Sí. Por contradictorio que resulte, existe y de gran importancia. Por esa razón, nos hemos acercado a GENEO que, como empresa de construcción y rehabilitación de edificios, nos ha hablado sobre todo esto de la sostenibilidad y como se aplica o debe aplicarse en las cuestiones constructivas. Si te interesa conocer todo lo relativo a este tipo de construcción que, debería ser el único a contemplar, sigue leyendo y descubrirás en primer lugar, el significado del término. La construcción sostenible se basa en construir edificaciones con un bajo impacto ambiental al mismo tiempo que se garantiza la viabilidad económica del sector. Sobre en qué consiste y como debe implementarse, hablaremos con detalle a continuación.

En que se basa la construcción sostenible

Lo cierto es que este concepto es bastante nuevo. La construcción sostenible se basa en un nuevo modelo de edificación que considera los impactos medioambientales que se relacionan con el proceso de construcción de un edificio. Esto engloba todo lo que incluye desde la fase de diseño y el proyecto, hasta la fase de construcción, el uso de la construcción y la posterior demolición y gestión de los residuos. Como se ve, no deja nada al azar, debe contemplar hasta el más mínimo detalle.

Por lo tanto, podemos decir con total seguridad que la construcción sostenible tiene una finalidad medioambiental indiscutible, que radica en minimizar todos y cada uno de los impactos que se producen al medio ambiente durante todo el ciclo de vida de la construcción. En el mismo se abarcan los factores relativos al uso eficiente de la energía y el agua, la utilización de materiales de construcción y recursos naturales que no perjudiquen al medio ambiente y, la consiguiente y adecuada gestión de los residuos y el uso de energías renovables. Todo esto con el objetivo final, de lograr llevar a cabo una edificación lo más sostenible o verde posible y, por lo tanto, con menor impacto sobre el medio ambiente.

A la hora de realizar una construcción sostenible, la clave, reside en la correcta ejecución de un análisis de ciclo de vida que, comprende desde el inicio del proyecto arquitectónico, hasta el final de su vida útil. Además del uso de herramientas que permitan cuantificar el impacto de la obra, como por ejemplo la huella de carbono a producir. La finalidad de este tipo de construcciones, denominadas como sostenibles, es conseguir edificios eficientes y respetuosos con el medio ambiente, al mismo tiempo que se garantiza la rentabilidad económica de cada proyecto.

Evidentemente, la construcción sostenible, conlleva un cambio radical en la mentalidad de un sector como es el de la construcción, en el que hasta el momento, las prácticas de ejecución solo contemplaban las cuestiones económicas y a corto plazo. Una vez hacen acto de aparición la economía circular y la sostenible, ambas propiciadas convenientemente por la urgencia de los inminentes impactos ambientales, como el cambio climático, la lluvia ácida o la deforestación, resulta imprescindible hacer cambios en todos los sectores, incluyendo el de la construcción.

Por lo tanto, los métodos de construcción y edificación utilizados hasta hace relativamente poco, basados exclusivamente en la rentabilidad económica, quedan relegados. Lo que conlleva la necesidad de adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad en general. Como en todo cambio surge la oportunidad, las empresas que sepan atender a estos cambios, adelantarse y adaptarse con la celeridad necesaria, se posicionan y diferencian dentro del nuevo mercado de la edificación sostenible.

En este sentido no solo las industrias tienen responsabilidad en el impacto ambiental que sufrimos. La construcción, como motor económico además de ser necesario, tiene una responsabilidad elevada respecto a este proceso de cambio. El lugar donde más tiempo pasamos es nuestra vivienda, por lo que resulta indispensable que el sector de la construcción se modernice y se adapte a los retos que suponen la sostenibilidad y la económica circular.

Todo esto hace pensar que es posible llegar al equilibrio sostenible, en el que se puede aumentar el confort de la edificación al mismo tiempo que, se minimiza el impacto medioambiental  y se aumenta la viabilidad económica.

Los porqués de su importancia

Tal vez algunos no necesiten conocer las razones que hacen que la construcción sostenible tenga tamaña importancia en estos momentos. Sin embargo para una inmensa mayoría, este asunto resulta de vital importancia por lo que vamos a comentar él porque de la misma. Sabemos de sobra que para construir un solo edificio, se consumen una gran cantidad de recursos naturales como los materiales de la construcción, propiamente dichos (madera, minerales, piedra), agua, combustible y electricidad. Esto solo en lo que respecta a la ejecución de la obra, a lo que debemos añadir los consumos que se asocian a las industrias de fabricación de los citados materiales constructivos y el resto de procesos relacionados de algún modo con la edificación.

Por otro lado, encontramos otros aspectos que contribuyen a incrementar ese impacto medioambiental como los residuos de la construcción. Si estos no son correcta y adecuadamente gestionados, conllevan graves problemas para el medio ambiente, como la contaminación del agua a consecuencia de los vertidos. Pero no parece suficiente, el problema no termina ahí. Una vez terminada la construcción, el uso del edificio, produce una serie de emisiones nocivas a consecuencia, sobre todo, de los sistemas de climatización. Además de convertirse en una causa importante de consumo de agua y energía. Todo esto que no es poco, hacen que el sector de la construcción sea uno de los más críticos. No todo está perdido ni es negativo para el sector, puesto que tiene la capacidad necesaria para reinventarse y virar hacia la economía circular, abogando por una construcción sostenible.

A razón de todo lo expuesto, se encuentra en desarrollo toda la normativa correspondiente para regular este tipo de construcción. En la actualidad existen numerosos desarrollos normativos que, bien regulan o bien están relacionados con todo lo que concierne a la construcción sostenible. A consecuencia de la posición de gran relevancia que tiene este sector, la construcción en general, está comprobando que en los últimos tiempos, se han ido desarrollando ciertas normativas a fin de regular el sector y tienden a la implementación de los criterios de sostenibilidad más acertados. Por citar un ejemplo, tenemos Edificios de Consumo Casi Nulo que se recoge en la Directiva 2010/31/EC de Eficiencia Energética. Este tipo de edificios suponen un reto que la Unión Europea se autoimpone para poder alcanzar la construcción de edificios eficientes, sostenibles y con baja demanda energética, a la par que cubierta por fuentes de energía renovables.

Por otro lado, encontramos el Real Decreto 390/2021, de 1 de Junio, que aprueba el procedimiento básico para la obtener la certificación de la eficiencia energética de los edificios. En este caso, el Decreto, aboga por promocionar la eficiencia energética y que la energía a utilizar proceda en gran medida por fuentes de energía renovable. Esta acción implica una reducción de las emisiones de CO2, por lo que se regulan las condiciones técnicas y administrativas de las certificaciones de eficiencia energética de los edificios.

En resumen, para conseguir que se alcance la sostenibilidad dentro de la edificación y que la construcción pueda catalogarse como sostenible, haciendo de esto una realidad y no una utopía, es necesario realizar los cambios pertinentes. Estos cambios, de gran importancia, resultan esenciales y deben abarcar sin excepción, todas y cada una de las fases que implica el proyecto. Desde el diseño, hasta el derrumbe, pasando por la construcción, su uso posterior, la desmantelación, etc.

Para lograr el grado de construcción sostenible conviene, entre otras cosas, implementar materiales de construcción  que sean sostenibles, respetuosos con el medio ambiente, recuperados o reciclados y reciclables. Materiales como el corcho, el bambú, la piedra o la madera, en detrimento del hormigón, el PVC o los aditivos químicos. Además de utilizar fuentes de energía renovables, sistemas energéticos más eficientes como el suelo radiante o la aerotermia y realizar una correcta gestión de los residuos. Por citar solo algunas de las medidas que pueden y deben, ser implementadas.

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