El cuidado capilar natural con champú sólido

Siempre he sido de las que viven con la maleta medio hecha. Entre viajes cortos, escapadas de fin de semana y algún que otro vuelo improvisado, aprendí a hacer magia metiendo todo en una mochila. Pero claro, los líquidos siempre eran el enemigo número uno en los aeropuertos… ¿Quién no ha tenido que tirar su champú favorito en el control de seguridad por superar el límite de tamaño permitido para esos productos?

Fue ahí cuando descubrí el champú sólido. Al principio, lo confieso, lo compré solo por comodidad: nada de líquidos que se derramen en la mochila ni dramas en los controles. Pero lo que empezó como un truco de viaje terminó por engancharme del todo. ¡Quién lo diría!

Resultó que ese pequeño trozo de champú hacía maravillas con mi cabello.

 

¿Qué es el champú sólido?

El champú sólido es, básicamente, champú en formato pastilla. Se elabora con tensioactivos suaves, aceites, mantecas y extractos naturales que limpian el cabello sin necesidad de agua en su formulación. A simple vista puede parecer un jabón normal, pero la diferencia está en sus ingredientes y en cómo están pensados para cuidar el cabello.

Una de las principales razones por las que muchas personas lo eligen es por su bajo impacto ambiental: no necesita envases de plástico, dura más que un champú líquido y suele estar hecho con ingredientes biodegradables.

 

Desmintiendo mitos

Cuando empecé a asesorarme con profesionales para escoger el mejor, los profesionales del sector Moon Pello, quienes usan productos veganos, cruelty free y de agricultura ecológica, me ayudaron a desmentir varios de los más extendidos:

  • No limpia tan bien como los champús líquidos: Este fue uno de los primeros mitos que escuché y que más me preocupaba. ¿Y si mi cabello no quedaba limpio? Pero, tras varios lavados, pude comprobar que esto no es cierto. El champú sólido limpia igual de bien que uno líquido, siempre que uses uno adecuado para tu tipo de cabello. La clave está en mojar bien el cabello y la pastilla, frotarla entre las manos o directamente sobre el cuero cabelludo y masajear bien para distribuir el producto.
  • No hace suficiente espuma: Otro clásico. Hay quien piensa que si un champú no hace mucha espuma, no limpia bien. Esto no es cierto. La cantidad de espuma no está relacionada con la capacidad de limpieza. Dicho esto, muchos champús sólidos sí hacen espuma, aunque puede ser menos abundante que la de los champús líquidos comerciales cargados de sulfatos. Y créeme, no necesitas una nube de espuma para que tu cabello quede limpio.
  • No es práctico para viajar: Antes de probarlo, también pensé esto. ¿Y si se deshace en la bolsa? ¿Y si hace un desastre? Pero fue justo lo contrario. El champú sólido es uno de los mejores aliados para viajar. No cuenta como líquido en el equipaje de mano, ocupa poco espacio y, si lo guardas en una jabonera o en una lata metálica, no hay riesgo de derrames.
  • Son lo mismo que un jabón para el cabello: No, no lo son. Aunque puedan parecer similares, el champú sólido está formulado específicamente para el cabello, con ingredientes que respetan el pH del cuero cabelludo. Un jabón normal puede ser demasiado alcalino y resecar el cabello. Por eso, es importante elegir un champú sólido hecho con tensioactivos suaves y no simplemente usar una pastilla de jabón tradicional.
  • No duran tanto como dicen: Otro mito que escuché mucho. En mi experiencia, un champú sólido puede durar fácilmente el doble que uno líquido si lo cuidas bien. El truco está en dejarlo secar completamente entre usos y no dejarlo en un lugar donde quede encharcado. Así, puede durarte entre 60 y 80 lavados, dependiendo de la frecuencia con la que laves tu cabello.

 

¿Es válido para todo tipo de cabello?

Sí, el champú sólido es apto para todo tipo de cabello. Solo tienes que encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades. Hay fórmulas específicas para cabello seco, graso, rizado, teñido o con caspa. Igual que con los champús líquidos, se trata de dar con el producto adecuado.

En mi caso, con el cabello mixto (raíces grasas y puntas secas), encontré uno con arcilla y aceite de coco que me funciona de maravilla.

 

¿Cómo usarlo sin estropear tu cabello?

Usar champú sólido no tiene mayor complicación, pero hay algunos consejos para sacarle el máximo partido:

  1. Moja bien tu cabello y la pastilla. Esto facilita que el producto se deslice y haga espuma.
  2. Frota la pastilla entre las manos o directamente sobre el cuero cabelludo. Yo prefiero aplicarlo directamente sobre la cabeza con movimientos circulares.
  3. Masajea suavemente. Distribuye bien la espuma y asegúrate de limpiar todas las áreas.
  4. Aclara con abundante agua. Igual que harías con un champú líquido.
  5. Guárdalo en un lugar seco. Una jabonera con ranuras o una lata con agujeros funciona muy bien.

 

Ventajas del champú líquido y del champú sólido

Cada uno tiene sus pros y contras, y al final, depende de tus preferencias y necesidades.

 

Champú líquido:

  • Variedad infinita de fórmulas y marcas.
  • Puede ser más fácil de usar al principio.
  • Suelen tener tratamientos específicos integrados, como anticaspa o hidratación intensa.

 

Champú sólido:

  • Ecológico: sin plásticos y con menos agua en su fabricación.
  • Más duradero.
  • Ideal para viajar.
  • Ingredientes más naturales en muchos casos.


Cómo superar la fase de adaptación al champú sólido

Si decides dar el salto al champú sólido, hay algo que debes saber: existe una fase de adaptación.

No siempre ocurre, pero muchas personas (yo incluida) notan que durante las primeras semanas su cabello se comporta de manera diferente. Puede sentirse más seco, más graso o incluso apagado. ¿Por qué pasa esto? Porque el cuero cabelludo está acostumbrado a los sulfatos y siliconas de los champús líquidos comerciales, y necesita un tiempo para reajustarse.

En mi caso, durante las primeras dos semanas noté que las raíces se engrasaban más rápido de lo habitual. Estuve a punto de rendirme, pero, tras investigar un poco, descubrí que esto es totalmente normal. El cuero cabelludo, al dejar de recibir sulfatos agresivos, comienza a regular su producción de sebo de manera natural. Es como un “desintoxicante” capilar.

 

Aquí van algunos consejos para superar esta etapa sin desesperar:

  1. Sé paciente: La fase de adaptación puede durar entre dos y cuatro semanas. Dale tiempo a tu cabello para ajustarse.
  2. Realiza un enjuague ácido ocasional: Mezcla una cucharada de vinagre de manzana en un litro de agua y úsalo como último enjuague. Ayuda a equilibrar el pH y aporta brillo.
  3. Evita usar demasiado producto: Con el champú sólido, menos es más. Frota solo lo necesario para generar espuma suficiente y limpia tu cabello sin saturarlo.
  4. Cepilla tu cabello regularmente: Esto distribuye los aceites naturales desde las raíces hasta las puntas, ayudando a mantenerlo equilibrado y brillante.

Una vez que superé esta fase, noté que mi cabello se veía más saludable y menos dependiente de lavados diarios.

Vale la pena la espera, ¡te lo prometo!

 

Recetas caseras para complementar el uso del champú sólido

Si te animas a dar el paso hacia un cuidado capilar más natural, ¿por qué no ir un poco más allá? Complementar el uso del champú sólido con tratamientos caseros puede hacer maravillas por tu cabello, especialmente si está pasando por la fase de adaptación o si simplemente quieres darle un extra de mimo.

Aquí te comparto algunas recetas fáciles y efectivas que he probado:

 

  1. Mascarilla nutritiva de aguacate y miel

Perfecta para cabellos secos o dañados.

  • Ingredientes: Medio aguacate maduro, 1 cucharada de miel y 1 cucharada de aceite de coco.
  • Preparación: Tritura el aguacate y mezcla con la miel y el aceite hasta obtener una pasta homogénea.
  • Aplicación: Extiende sobre el cabello húmedo, de medios a puntas, y deja actuar 20 minutos. Enjuaga con agua tibia y lava con tu champú sólido como de costumbre.

 

  1. Enjuague de romero para dar brillo

Ideal para cabellos apagados o con tendencia grasa.

  • Ingredientes: 2 cucharadas de hojas secas de romero y 500 ml de agua.
  • Preparación: Hierve el agua con el romero durante 10 minutos. Deja enfriar y cuela.
  • Aplicación: Después del lavado, usa este enjuague como último aclarado. No es necesario enjuagar con agua después.

 

  1. Spray hidratante de aloe vera

Genial para cabellos encrespados o con rizos.

  • Ingredientes: 100 ml de agua destilada, 2 cucharadas de gel de aloe vera y 5 gotas de aceite esencial de lavanda (opcional).
  • Preparación: Mezcla todos los ingredientes en un frasco con atomizador.
  • Aplicación: Rocía sobre el cabello húmedo o seco para hidratar y controlar el frizz.

Estos pequeños gestos pueden potenciar los beneficios del champú sólido y darle a tu cabello el extra de cariño que merece. Además, ¡es súper gratificante preparar tus propios productos y saber exactamente qué te estás poniendo en la cabeza!

 

Todo un descubrimiento que te animo a probar por ti mismo

Si estás pensando en probarlo, te animo a hacerlo. Quizás no aciertes con el champú perfecto a la primera, pero cuando encuentres el que funciona para ti, verás que vale la pena. Y, sobre todo, no te dejes llevar por los mitos.

A veces, probar por uno mismo es la mejor manera de descubrir lo que realmente funciona.

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