Cinco instrumentos que puedes aprender a tocar con más de 30 años.

Muchos de los aficionados a la música tenemos la asignatura pendiente de aprender a tocar un instrumento. No lo hicimos cuando éramos jóvenes por avatares de la vida. Algunos empezamos la formación cuando éramos niños, pero la dejamos con el tiempo. Cuando nos hacemos mayores, cuando superamos la barrera de los 30, algunos de nosotros retomamos el propósito y nos lo planteamos como un hobby.

La etapa de los 30 años es un periodo particular en la vida. Aunque conservamos el espíritu joven, dejamos la juventud atrás y nos sumergimos de lleno en la edad adulta. A esta edad ya nos hemos asentado profesionalmente y hay quien inicia un proyecto familiar. La urgencia de la juventud ha dado paso a una manera de actuar más reflexiva, más relajada, más concienzuda.

Nos planteamos cerrar capítulos que habíamos abierto años atrás. Proyectos que nos planteamos en su día, pero que dejamos ahí aparcados, atrapados por el espíritu frenético de la juventud. Ese que nos lleva a exprimir al máximo cada sorbo de vida, como si el mundo se fuera a acabar mañana.

Es ese el momento en el que nos volvemos a plantear estudiar un nuevo idioma extranjero, introducirnos en un arte plástica como la pintura o aprender a tocar ese instrumento musical que nos gusta o que nos llama la atención.

Nuestro ritmo vital es más pausado. Aunque continuamos quedando con los amigos, ya no tenemos el cuerpo para estar todo el día en la calle, de fiesta. Queremos aficiones más tranquilas. Una de ellas es aprender música, en concreto, a tocar un instrumento. Somos así de prácticos.

Algunos se frenan porque piensan que son demasiado mayores o porque tienen pocas nociones musicales. Este pensamiento es una mera excusa. Te presento 5 instrumentos que los mayores de 30 años pueden aprender a tocar y que, de hecho, muchos lo hacen.

La guitarra.

La guitarra es, probablemente, el instrumento que más estudiantes de mediana edad, por llamarlos de alguna forma, aprenden. Es un instrumento relativamente económico, que no ocupa mucho espacio, y que está presente en la cultura popular.

Por ejemplo en el rock, pero también el pop, en el flamenco o se utiliza como una excusa para reunir a los amigos y ponernos a tocar canciones. Recordando nuestra juventud que no hace tanto tiempo que pasó. En una fiesta entre amigos o en una fecha señalada, sacar la guitarra de golpe da pie a disfrutar momentos memorables.

Claro, para poder hacer esto, necesitas controlar los rudimentos básicos del instrumento y hacerte con un repertorio.

Una pregunta que se formula mucha gente que nunca ha tenido una guitarra en sus manos y que de golpe se proponen aprender a tocarla es: ¿necesito aprender solfeo antes? ¿Eso de estudiar guitarra por método es efectivo?

En el foro Rock & Roll para muñones se afirma que estudiar solfeo no es imprescindible para aprender a tocar la guitarra. Mucho más si lo quieres hacer de forma amateur, por diversión.

Con aprenderte los acordes, hacerte con la tablatura de algunas canciones y realizar ciertos ejercicios para coger destreza en los dedos es suficiente, para empezar. Estudiar guitarra es un proceso. Y puede ser que llegado un punto tu evolución se vea estancada. Acudir a clases de guitarra impartidas por un profesional es una buena manera de evolucionar. Para ello, la mayoría de los profesores, ni siquiera te obligan a estudiar solfeo.

Estudiar piano.

El piano es más complejo, pero se trata de un instrumento con tal fuerza, que ejerce una poderosa atracción sobre mucha gente. Para aprender a tocar el piano si necesitas una base musical previa. Debes saber solfeo y armonía.

El perfil del estudiante de piano adulto es diferente al aprendiz de guitarra. Mientras que en los guitarristas tardíos encontramos mucha gente que nunca antes había estudiado música, los estudiantes de piano mayores de 30 años suelen ser personas que empezaron a ir al conservatorio cuando eran niños, pero que luego lo dejaron. También suelen tener un piano o una pianola en casa.

Aunque haga tiempo que no practican el piano o que dejaron de estudiar música, los conocimientos adquiridos se desempolvan con relativa facilidad. Así lo explica Pilar, una mujer que después de varios años ha retomado el estudio de piano con las clases de piano a domicilio que imparte en Alicante la pianista Kristina Kryzanovskaya, una profesora de piano rusa con una gran formación clásica o con una experiencia de más de 10 años dedicada a la docencia.

Pilar cuenta que su relación con el piano ha sido un ir y venir. Ha tenido temporadas de más de 2 años sin tocarlo. Sin embargo, desde que está tomando clases, todo lo que hace es disfrutar.

Una variante de aprender piano es tocar el teclado electrónico. Necesitas la misma formación, pero resulta interesante para algunos en cuanto a que es más económico, ocupa menos espacio, y tiene efectos de sonido, como ritmos y acompañamientos pregrabados, que hace más intuitivos algunos aprendizajes musicales.

Violín.    

El violín es otro de los instrumentos de cuerda que suelen comprar y estudiar algunas personas mayores de 30 años. No es tan popular como la guitarra y el piano, pero digamos que tiene su público.

Este instrumento está relacionado con la música clásica, la música de cámara, pero también con la música celta y con el folk. Lo que lo convierte en un instrumento popular.

Para aprender a tocarlo es recomendable saber solfeo, aunque no es imprescindible. El solfeo te enseña a saber leer una partitura, pero para este instrumento existen tablaturas, similares a las de la guitarra, que te enseñan a colocar los dedos en el mástil adecuadamente y hay mucha gente que aprende a tocarlo de oído.

Mi amigo Joan, un aficionado a este instrumento, me comenta que es más ergonómico que la guitarra. Es más fácil sacar las notas en un violín. El mástil es más corto, no tiene trastes y la posición de las manos es más natural, menos forzada.

El cajón flamenco.

La percusión es una modalidad de la música que atrae a mucha gente. Hay quien piensa que es más fácil aprender a tocar un instrumento de `percusión, pero se equivocan. Para empezar necesitas tener un buen dominio del ritmo, y después controlar el instrumento. Cada golpe no tiene el mismo sonido.

Freddy, un percusionista profesional venezolano que vive en Valencia y que además es profesor de música, comenta que no viene mal tener conocimientos básicos de teoría musical para aprender a tocar un instrumento de percusión. Él en su escuela enseña a los percusionistas a diferenciar el valor entre las blancas, negras, corcheas y semicorcheas y, sobre todo, a interpretar los silencios. Según él, la nota más valiosa.

De entre los instrumentos de percusión que existen, uno que se ha vuelto bastante popular es el cajón flamenco. A pesar de que a día de hoy es un instrumento imprescindible para tocar ciertos palos, como la rumba, lo cierto es que este cajón es de origen peruano.

Lo inventaron los esclavos negros que había en Perú en el siglo XVII para acompañar su música, cuando los tambores fueron prohibidos.

En 1977, Paco de Lucía lo descubrió en una de sus giras por América y se quedó enamorado de su sonido. Tanto es así que lo integró en su cuadro flamenco, contratando para ello al percusionista mulato Rubén Dantas.

Su amigo Camarón también incorpora cajones flamencos para la grabación de su disco “La leyenda del tiempo”. El uso de este instrumento por parte de los dos grandes genios del flamenco, hicieron que se volviera popular.

 La flauta travesera.

Aunque asociamos la flauta a los niños que se inician en la música en el colegio, lo cierto es que es un instrumento atractivo para aprenderlo a tocar de adultos, como señala el blog Fasila Music.

Es un instrumento agradecido. Ya que no requiere una gran fuerza física para tocarlo, ni una coordinación compleja. Favorece la respiración, utilizando el diafragma, y mejora la capacidad pulmonar.

Con un buen profesor, permite apreciar los progresos con rapidez. Además, es un instrumento con el que se puede tocar una amplia variedad de estilos musicales (música clásica, música folclórica, pop, jazz) y una gran cantidad de melodías de canciones conocidas. Algo que suele atraer a todo neófito que quiere aprender a tocar un instrumento. Es, además, un instrumento económico, ligero y fácil de transportar.

Para tocar la flauta travesera es esencial adoptar una postura relajada. El cuello y los hombros no deben estar tensos, para favorecer, de esta manera, una respiración óptima. Los ejercicios de respiración son claves para tocar este instrumento con soltura. El alumno debe desarrollar una técnica respiratoria sólida y trabajar la forma en la que coloca los labios y la lengua en la boquilla del instrumento.

Luego, como sucede con cualquier instrumento, la dedicación y la perseverancia son fundamentales para evolucionar.

Para la música no hay edad. Como hemos visto, si queremos, tenemos instrumentos para aprender música cuando somos adultos, con independencia del nivel del que partamos.

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