En un mercado tan cambiante como el actual, tan competitivo como el nuestro, a veces, tener una buena idea puede resultar misión imposible. Parece que todo está inventado, o al menos a lo que la forma de hacer negocios se refiere. Ya tenemos tiendas y plataformas online donde comprar todo lo que podamos necesitas. ¿Y ahora qué?, ¿qué novedades nos deparará el futuro?
Pero algunas personas, sobresalen, destacan sobre las demás. Son aquellas capaces de transformar el mundo con sus acciones, de crear tendencias, de modificar hábitos y costumbres de los consumidores y consumidoras y del público en general. Adelantadas y adelantados a su tiempo, que han revolucionado el mundo con grandes inventos.
Comprar en tienda física para vender online
Este es el caso de un un joven estadounidense, Ryan Grant, de 28 años de edad, y que ha puesto en marcha un negocio de cientos de miles de dólares, revendiendo a través de Internet, productos que adquiere en tiendas físicas. Con este sistema han conseguido ganar ocho millones de dólares en cuatro años comprando artículos en grandes almacenes como Walmart y revendiéndolos después en Amazon. De esta forma, Grant, ha creado su propia empresa, que se dedica exactamente a esto, a la compra de artículos en establecimientos físicos para posteriormente venderlos online.
Grant ha contado en una entrevista a la CNBC, que todo empezó cuando era un estudiante de la Winona State University. En esa época compraba libros, para después venderlos en Amazon. Así, llego a ganar unos 10.000 dólares al mes. Al finalizar la universidad, empezó a trabajar en contabilidad en Minneapolis, actividad que abandonó para centrarse en su verdadera vocación, la compra venta, pero esta vez todo está mejor organizado.
Y es que no hay una forma más fácil de hacer dinero. Tan solo es necesario usar la aplicación de Amazon, escanear los códigos de los productos y comprobar si hay suficiente margen de beneficio. Si eran más baratos que en Amazon, los compraba en la tienda física y después los vendía online.
De lo demás se ocupaba Amazon, que recogía los productos y los repartía a sus clientes.
No había articulo que se le escapase, ya fueran Barbies, LEGOS, aspiradores o cualquier tipo de electrodoméstico. Y cuando vio que el trabajo le sobrepasaba, decidió contratar a un que le ayudase a buscar más productos en otras tiendas de la ciudad. Él mismo ha confesado, que trabajando unas 10 horas diarias, conseguía unos beneficios de 1.000 dólares mensuales. A nadie le sorprenderá, por tanto, que el joven hubiera dejado su trabajo de contable.
A día de hoy, Grant, ha conseguido reunir a un equipo de 11 personas y se han tenido que trasladar a un almacén para poder manejar su volumen de negocio, y obtiene unos beneficios de 200.000 dólares al mes.
Algo parecido hace Ana García, una joven lucense que se dedica a comprar todo tipo de artículos en stock, para luego revenderlos online. Toda una idea de negocio que le reporta importantes beneficios cada mes, de hecho, no se ha atrevido a confesar la cantidad, pero debe de ser muy grande.
El secreto es comprarlos en empresas baratas. Una de estas es Liquistocks, profesionales del destockaje y empresa con potencial de compra que adquiere únicamente productos nuevos, etiquetados y en perfecto estado, sin intermediarios, mediadores o comisionistas. El proceso de compra-venta de liquidaciones se hace de forma totalmente segura, cumpliendo estrictamente las restricciones de venta o comercialización pero sólo comprarán liquidaciones, lotes muy por debajo de su precio al por mayor
La reventa de productos lleva años llevándose a cabo tanto en forma física como online. Si nos fijamos, veremos que en plataformas como Amazon, hay desde pequeñas empresas convencionales como individuos vendiendo varios productos a la vez. La reventa puede generar grandes beneficios si se saben aprovechar los fallos de distribución de las marcas.
Y tú, ¿tienes alguna idea en mente?, ¿se te ocurre alguna buena oportunidad de negocio?, ¿piensas en algo innovador y revolucionario para la empresa? Si es así, no lo dudes e intenta materializar tu idea. Quién sabe, puede que sepas la próxima gran promesa, y tú sin saberlo. ¡Ánimo, imagina, crea, inventa! Marca la diferencia.