Seguro que has comido tortilla de patata, con o sin cebolla, patatas con carne, patatas fritas con hamburguesa y muchas cosas más. Pero quizás seguro que no sabes que con patatas también se pueden hacer bolsas biodegradables, es decir, de esas que no contaminan. Y es que las bolsas de plástico siguen siendo una de las herramientas más contaminantes del planeta. Por eso, os quiero hablar de cómo se hacen estas bolsas y si realmente son tan buenas para el medio ambiente.
De la fécula de 15 patatas se obtienen hasta 100 bolsas 100% biodegradables, compostables y libres de CO2, que es el principal problema para nuestra atmosfera. Según he leído en varias webs, estas bolsas tienen muchas ventajas frente a las de plástico tradicionales. Una de las más claras es que se descomponen al final de su vida útil de manera natural en 180 días, según indica la norma europea EN 13432 y no permanecen como residuo contaminante durante décadas.
Y es que las bolsas de plástico, las que son fabricadas con derivados del petróleo, tardan en degradarse entre 150 y 300 años, además de acumular químicos nocivos para nuestro organismo. ¿Te imaginas el mal que puede hacer esto al medio ambiente? Las bolsas biodegradables de fécula de patata pueden llevar cualquier mensaje o fotografía impresos con tintas al agua que tampoco contaminan. Por ejemplo la empresa Plásticos Genil ha apostado desde siempre por este tipo de bolsas, y ha logrado que más de 2.000 farmacéuticas de España usen sus bolsas.
Afortunadamente son cada vez más las empresas que ven una alternativa eficaz a los materiales tradicionales, especialmente ahora que vamos camino de la prohibición de la utilización de plásticos no biodegradables. Esperemos que llegue pronto. Porque parece que en España estas cosas siempre llegan tarde y mal. En Francia, una ley de 2005 sobre Política Agraria dispuso que en cinco años las bolsas de plástico tienen que ser biodegradables y se hizo. En Italia, las dos empresas más potentes del sector han llegado a un acuerdo para implantar un sistema de fabricación a partir del maíz y del girasol. ¿Para cuándo en España?
El Ministerio de Medio Ambiente aseguró que hace dos años en España el 70% de las bolsas sean biodegradables. No sabemos si es verdad porque sigue habiendo mucho silencio en este aspecto. Ahora dicen que se prohibirán para 2018.
Voces críticas
Ahora bien como todo en esta vida, y sobre todo en este país, salen las voces en contra. Para ser objetivo, os voy a dar también la otra versión. Los críticos con esta medida aseguran que el coste de producción de una bolsa de fécula de patata es diez veces superior al de una bolsa de plástico común. Solo el 6% de la patata es empleada para la fabricación de bioplásticos y el resto de desecha, por lo que hay que cultivar cantidades ingentes de patata para conseguir un rendimiento muy reducido.
Dicen que el sentido de las campañas de marketing es vender estas bolsas sin que nadie se queje por su elevado precio haciéndonos sentir muy comprometidos con el medio ambiente. ¿Qué te parece?
Yo personalmente me sigo quedando con la versión A, pensar que todas estas medidas sirven para conversar de la mejor manera posible nuestro dañado medio ambiente. ¿Tú qué piensas?