Podría decirse que actualmente el mundo de las mujeres se divide entre las que quieren ser madres y las que no quieren ser madres. Este ha sido el tema de la sobremesa de hoy, y por cierto, no fue poca la polémica que el debate en cuestión ha desatado.
El escabroso asunto tuvo su origen en una discusión entre el grupo de amig@s que habíamos quedado a comer para hablar sobre la fiesta de nacimiento de la niña de nuestr@samig@s, Luís y María. Ya casi nos habíamos puesto todos de acuerdo en el tema de los regalos, adornos, tartas, etc, que necesitábamos para la fiesta del bebé, cuando de repente, Isa confesó que no quería tener hijos, que no es que no le gustarán, pero es que no quería ser madre. Las caras de asombro y sorpresa fueron de cuadro. Sinceramente, me extrañó mucho la actitud mantenida por buena parte de mis amig@s de toda la vida, pero ya se sabe, nunca se conoce a nadie lo suficiente.
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Regresemos, pues, al tema que nos interesa y con el que hemos comenzado, ¿Qué pasa con las mujeres que no quieren tener hija@s?
A menudo, estas mujeres sufren la incomprensión de la gente, tachándoselas de egoístas, raras o incluso, locas. Pero más allá de las opiniones subjetivas del común de los mortales, el hecho, es que cada vez existen más mujeres que no quieren pasar por la experiencia de la maternidad. Y es que estas mujeres no sienten el deseo de ser madres, y mucho menos, necesitan serlo. De hecho, cada vez más mujeres se someten a tratamientos de esterilización, como la ligadura, soldadura u oclusión de trompas u otros sistemas, como Essure que bloquean las trompas de Falopio. Estos sistemas son, casi siempre, irreversibles, siendo sólo posible revertir el proceso, sometiendo a la mujer a cirugía, y aun así, el éxito no está garantizado. La esterilización femenina no tiene efectos secundarios, no altera el equilibrio hormonal de la mujer, su ciclo menstrual o su conducta sexual.
¿Por qué algunas mujeres no quieren tener hij@s?
Tras preguntar a varias mujeres por el motivo que les había llevado a tomar una decisión tan rotunda como es la de no querer tener hij@s, nos encontramos con respuestas de diversa índole, pero la mayoría coincidían en los siguientes aspectos:
Para algunas, se trata simplemente de una cuestión emocional, no sienten eso que llaman instinto maternal, ninecesitan ser madres, ni encuentran nada atrayente en el tema de la maternidad.
Hay muchísimas mujeres que deciden dedicar su vida a su carrera profesional, en vez de dedicarla a la crianza de hij@s u otro tipo de actividades relacionadas con la reproducción y el cuidado.
Otras, sencillamente, no están dispuestas a renunciar a su propia vida ni a sus intereses, ambiciones o metas, renunciando a una carrera, que tanto esfuerzo les ha costado para, finalmente, abandonarla para ser mamás.
Casi todas las mujeres que participaron en la encuesta coinciden en lo siguiente: la decisión de no tener hij@s responde a una necesidad moral, a una cuestión de ética y de respeto por el medio ambiente y por un mundo cada vez más superpoblado y con unos recursos cada vez más escasos y peor repartidos. Cada vez son más las mujeres que han tomado conciencia acerca de este problema.
Evidentemente cualquiera de las dos formas de entender y vivir la vida, es igualmente respetable y ninguna persona está en disposición de juzgar semejante decisión. Una mujer ha de ser libre de decidir sobre su propio cuerpo, sin coacciones, chantajes emocionales, ni extorsiones.
Pero como dice el refrán, a quien dios no le da hij@s, el diabl@ le da sobrinos… Detalles cucos también está ahí para ell@s.
