Los medios de transportes que contaminan más

El transporte tiene un papel fundamental en la sociedad y en la economía de un país. El objetivo es contar con un transporte eficiente y accesible para mejorar la calidad de vida. Pero claro, paradójicamente, el transporte es una fuente principal de contaminación. Este proceso influye en el cambio climático, a la contaminación atmosférica y al ruido. También ocupa grandes franjas de terreno y contribuye a la expansión urbana descontrolada, a la fragmentación de los hábitats y al sellado de las superficies. Por eso, desde las administraciones deberían tener mucho cuidado.

Ahora mismo, no es lo mismo un medio de transporte que otro. Según los datos extraídos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) en 2018, los vehículos por carretera son una de las principales fuentes de contaminación atmosférica en Europa. En España circulan más de 29,4 millones de vehículos y furgonetas y en torno a 700.000 camiones y autobuses. En cuato a aviones, en nuestro país se operaron más de 2,1 millones de vuelo. Todos estos modelos de transporte tienen un ratio muy distinto de pasajeros, kilometraje y frecuencia por lo que hay que tener en cuenta varios factores.

De menos a más

Vamos a hacer un análisis. Caminar y montar en bici no emite ningún tipo de gas. Eso está claro. Mientras que el tren produce unos 14 gramos de dióxido de carbono por pasajero y kilómetro. Luego van los autobuses, las motocicletas, los vehículos y furgonetas. Mientras que el avión se considera el medio de transporte más contaminante con una emisión de 285 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro. Así que ya has visto que desde el Gobierno se hace una guerra contra el vehículo y nunca se habla de los aviones. Qué curiosidad, ¿verdad? Será que no interesa porque las grandes compañías aéreas manejan mucho poder.

Compartir coche

Acabamos de comprobar cómo el avión es el medio de transporte que produce un mayor impacto y más emisiones de gases de efecto invernadero por distancia recorrida. También es cierto que hay una gran diferencia entre utilizar el vehículo privado por solo un pasajero y ocupar todas sus plazas y con las emisiones generadas por los medios de transporte público. Es decir, y poniendo un ejemplo, viajar solo en un coche grande puede ser tan malo para el clima como volar, pero conducir con tres personas en un automóvil pequeño podría tener un impacto tan bajo como un viaje en tren. De ahí que muchos Ayuntamientos estén poniendo en marcha proyectos para fomentar que la gente comparta el coche. Eso me parece mejor que hacer prohibiciones.

Con estos datos llegamos a la conclusión de que hay que tratar de evitar volar, conducir solo y conducir coches grandes y, siempre que pueda, elija el tren, el autobús o el coche compartido con 2 a 3 personas.

Llama la atención la contaminación que producen los camiones. La contaminación atmosférica producida por los vehículos pesados de transporte de mercancías cuesta a los Estados miembros de la Unión Europea entre 43.000 y 46.000 millones de euros al año. Sin embargo, un estudio asegura que los niveles han disminuido «de manera significativa» en los últimos años, en las zonas con un tránsito frecuente de camiones puede ser «un factor importante». Nos ponemos en contacto con la empresa  Transportes Cars, referente en el sector del transporte nacional e internacional de vehículos por carretera. Ellos confirman que el cambio que ha vivido este sector en los últimos años es tremendo. Ahora se busca contaminar mucho menos y realizar una política sostenible con el planeta.

Contaminación acústica

El tráfico por carretera es la fuente de ruido más habitual, con más de 100 millones de personas afectadas por unos niveles acústicos nocivos en los países miembros de la AEMA. El tráfico aéreo y los ferrocarriles son también importantes fuentes de contaminación acústica. Además, las infraestructuras de transporte tienen un importante impacto sobre el paisaje ya que dividen las zonas naturales en áreas pequeñas, con graves consecuencias para la fauna y la flora.

Políticas de la UE

Uno de los principales objetivos políticos de la Unión Europea es reducir los efectos adversos del transporte. Las principales líneas de actuación consisten en desplazar el transporte hacia modalidades menos contaminante y más eficientes, hacer uso de tecnologías de transporte, combustibles e infraestructuras más sostenibles y garantizar que los precios del transporte reflejen plenamente los efectos adversos en el medio ambiente y en la salud.

Ya has comprobado qué medio de transporte contamina más y cuál menos. Está claro que hay que hacer un ejercicio de voluntad, pero entre todos se puede conseguir.

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