Hay una cosa que, a estas alturas de la película, deberíamos saber todos y cada uno de nosotros: y es que todos tenemos que aportar nuestro granito de arena en lo que tiene que ver con un aspecto como lo es la reducción de la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. Es una necesidad imperiosa de nuestra Tierra. Desde luego, de lo que no cabe ninguna duda es de que, si no lo hacemos, las generaciones venideras van a pagar las consecuencias de nuestros excesos. Y esas generaciones ya se están dando cuenta.
Una de las mejores maneras de garantizar eso es hacer que nuestros vehículos dispongan de mecanismos que les permitan ser eco-friendlies. No cabe la menor duda de que en eso estamos empezando a trabajar en los últimos tiempos. En grandes ciudades como lo pueden ser Madrid o Barcelona ya va a ser completamente imposible entrar con un vehículo que no cumpla con estas características. Y es que es lógico. Todos tenemos que hacer un esfuerzo y no cabe la menor duda de que reducir la dependencia que tenemos en la actualidad de los combustibles fósiles es algo que debe empezar a ser de obligado cumplimiento.
España es, en los momentos en los que nos encontramos, una referencia en lo que tiene que ver con la producción de vehículos a nivel mundial. Tanto es así que una noticia que fue publicada en la página web de Transporte 3 informaba de que durante el mes de abril de 2018 se había llegado a producir la nada despreciable cifra de 268.000 vehículos en nuestro país, un 31% más que en el mismo periodo del año anterior. Además, la noticia indicaba a su vez que en el primer cuatrimestre del año la producción había subido del millón de vehículo. Una auténtica barbaridad, qué duda cabe.
El diario El País también se ha hecho eco de datos parecidos, pero quiso publicar una noticia en marzo de 2017 asegurando que, en lo que respecta a furgonetas, España es líder en producción en nuestro continente pero que cuenta con un parque que está bastante envejecido y que necesita un relevo. La noticia, desde luego, acierta a definir esta situación como lo que realmente es: una auténtica paradoja en un momento como en el que nos encontramos. Y es que hay que hacer lo posible por conseguir que la mayoría de las furgonetas de las que se muevan por España sean híbridas o eléctricas.
Los últimos años están suponiendo una clara apuesta por los vehículos que son eléctricos o híbridos. Y las furgonetas están empezando a ser un ejemplo de ello poco a poco. Así nos lo han comentado los profesionales de una entidad como lo es Motores de Furgoneta, que se encuentran especializados en proveer de este tipo de piezas para dichos vehículos comerciales. La verdad es que esto responde a una cuestión lógica. Empezamos a ser conscientes de que ya no podemos acceder a todos los lugares con una furgoneta antigua y por eso muchos emprendedores se están viendo obligados a renovar su flota.
Una acción inmediata
La premura es una virtud en una situación como en la que nos encontramos por razones que es probable que ya conozcáis. Y es que nos encontramos en un momento en el que tenemos que cambiar sí o sí buena parte de nuestros hábitos. Si seguimos contaminando al nivel que lo venimos haciendo en los últimos años, la Tierra estará condenada a muerte de una manera que es prácticamente ineludible. Así que hay que operar y hay que hacerlo ya. No hay tiempo que perder.
La que hemos comentado, cambiar nuestros vehículos y apostar por otros más respetuosos con el medio ambiente, es solo una manera de trabajar en pos de que la Tierra disponga de una salud al menos un poco mejor de cara a los próximos años. Solo el paso del tiempo nos dirá si hemos acertado. Pero, desde luego, lo que no podemos hacer es esperar a ver qué sucede sin poner de nuestra parte. Porque esa es la manera en la que los problemas se recrudecerán. No cabe ninguna duda al respecto.
Tener conciencia es lo más importante en estos momentos y la verdad es que nos estamos dando cuenta de que en un país como el nuestro vamos adquiriendo muchos valores en lo que tiene que ver con la reducción de gases contaminantes a la atmósfera y también en lo que respecta al reciclaje. Desde luego, estas son muy buenas noticias. Pero la cosa no se queda aquí ni mucho menos. En efecto, este es solo el principio de lo que tiene que ser una verdadera cruzada en contra del cambio climático y de la contaminación de nuestro más que apreciado entorno.