Cómo fabricar un chaleco salvavidas para perros

Hace un par de semanas tuve la suerte de hacer un descenso de rafting con Ocio Aventura Cerro Gordo y os puedo asegurar que es una pasada. La sensación de libertad en plena naturaleza, de sentir cómo el río te guía sin remedio alguno hasta donde sus aguas decidan, comprobar la fuerza que tienen sus aguas… ha sido todo una auténtica maravilla y no me importaría, nada, aficionarme a este deporte.

Sin embargo, me da mucha rabia tener hobbies que no puedo practicar con mi perro, Teo. Obviamente no lo pretendo llevar al cine y que se ponga a ladrar fastidiándole la película al resto de usuarios, pero cuando hablo de hacer algún tipo de deporte al aire libre me da mucha rabia pensar que el pequeño Teo no puede disfrutar conmigo de dicha naturaleza.

Hace unos días vi un vídeo de animales haciendo surf con sus dueños y otros deportes acuáticos (incluso llegué a ver a un pastor alemán subido encima de una moto acuática) pero yo no me atrevo a subir a Teo a una barca porque, aunque le encanta el agua y os aseguro que nada mejor que yo, dudo mucho que tengan chalecos salvavidas para perros. Ahora bien, ¿por qué no puedo yo fabricarle uno?

Qué necesitamos

Lo principal es tener una cuerda de que no raspe, a ser posible de algodón, y varias botellas de agua de medio litro o 33 centilitros vacías (da igual la medida pero cuando escojas una, haz que todas sean de la misma).

Necesitaremos también un patrón, algo con lo que guiarnos. Yo cogí un abrigo que le compré a Teo el año pasado en My Dog BCN y saqué de ahí las medias que necesitaba.

  1. Con las medidas en la mano, dibuja el chaleco que vas a crear a tu perro en un papel grande, mínimo un doble folio o uno tamaño DinA 3.
  2. Corta tiras de cuerda que equivalgan al ancho de pecho de tu perro, mínimo tres, y pega a lo largo de ellas un par de botellas de plástico vacías con el tapón puesto (con cinta aislante funciona muy bien). Luego, con otras tiras de cuerda, une esas tres de manera vertical creando una especie de red, pero en estas últimas no pongas botellas.
  3. Asegúrate de que ni las botellas ni las cuerdas pueden soltarse.
  4. Ata las cuerdas alrededor del pecho y lomo de tu perro de manera que las botellas queden en la parte superior y luego haz la prueba. Comprobarás que el perro flota.

Si tu mascota es muy pequeña puedes ponerle dos botellas de litro y medio vacías, una a cada costado, y sobrará con eso para mantenerlo a flote.

También existen chalecos flotantes fabricados en alta gama, pero ya os adelanto que son carísimos y si no tenéis claro que podréis realizar el deporte con el animal y queréis probar primero, es mejor optar por la idea casera antes que gastar la pasta y luego que el animal tenga miedo y no quiera subirse a la barca, a la tabla, o al kayak (porque también pienso hacer Kayak con Teo).

En mi caso creo que tendré suerte porque Teo adora el agua y, además, aguantaría lo que fuera con tal de estar conmigo. Lo único que no soporta, de ninguna de las maneras, son los petardos. Le dan un miedo atroz. Por lo demás, es un peludo muy valiente.

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