Con la muerte anunciada del vehículo diésel, y los intentos de cerrar la ciudad a los coches que más contaminan (con el claro ejemplo de Madrid Central), es momento de empezar a pensar en los coches eléctricos como una opción real, ya que el momento de cambiar a un modelo más sostenible es ahora.
De hecho, año tras año las excusas para no apostar por el coche eléctrico han ido cayendo. Y si hace años el mayor inconveniente era la ausencia de suficientes puntos de recarga, en la actualidad hay muchos puntos de recarga distribuidos a lo largo de las ciudades y principales carreteras.
Y también hay empresas que se dedican a la instalación de puntos de recarga, siendo una de las más conocidas e-recarga, una empresa que además de instalar puntos de recarga en Madrid se dedica a la instalación de placas solares fotovoltaicas, asesoramiento energético y muchos más servicios relacionados con la energía eléctrica.
Otro punto a favor del coche eléctrico es que el parque de vehículos eléctricos ha aumentado considerablemente, aumentando en igual medida en autonomía. Ahora, los coches eléctricos pueden competir con más confianza al vehículo de combustión en las ciudades y en carretera. Según Autofer, concesionario de Renaut y Dacia, la gama de vehículos eléctricos e híbridos se ha ampliado tanto (y sigue haciéndolo), que ahora mismo no hay excusa para encontrar un modelo que se adapte a las necesidades de cada usuario.
Pero lo más importante, lógicamente, no es si nos dejan circular o no con nuestro vehículo de gasolina por el centro de las principales ciudades españolas, o si vamos a pagar más en la revisión de la ITV, lo verdaderamente importante es que estamos destruyendo nuestro planeta y el Covid19 no es más que una pequeña demostración que nos ha hecho la naturaleza para dejarnos claro que aquí, en este pequeño punto azul en el universo, no somos los reyes del cotarro como algunos se creen, sino más bien unas hormiguitas que se están portando mal, muy mal.
Ahora hay quien me dirá que epidemias han existido desde el principio de los tiempos, y tienen razón, pero aquí la clave no es que aparezcan virus nuevos que puedan destrozar nuestro modo de vida, la clave es averiguar por qué aparecen y según lo que están viendo muchos expertos la culpa es nuestra, y solo nuestra. Entre el calentamiento global que estamos provocando con el cambio climático y que desestabiliza a todos los seres vivos, y que nos estamos comiendo lo poco de selva que queda en el planeta, miles de especies animales se están viendo obligadas a salir de sus hábitat natural para intentar sobrevivir en otras áreas, muchas de ellas demasiado cercanas a las ciudades, pueblos o aldeas de los humanos.
De hecho, esa es una de las principales teorías que barajan los expertos sobre cómo pudo acabar un virus de murciélago mutando e infectando al ser humano. Según algunos científicos, estamos obligando a estos animales, entre otros, a buscar su supervivencia fuera del entorno que ellos conocen y debido a ello, cada vez se acercan más a los núcleos urbanos buscando comida, agua o simplemente porque se han desorientado. Esto provoca que entren en contacto con animales de consumo humano, o de compañía como podría ser un gato o un perro, y que el virus acabe infectando a ese animal. Después todo queda en manos de la naturaleza, el virus busca un modo de supervivencia, igual que lo hizo el animal portador de origen, y acaba mutando gracias a la genética de ese otro animal con el que se ha encontrado. Para colmo, si ese animal es, por ejemplo, un cerdo que acabará en los estómagos de muchos de nosotros, ya tienes el coctel perfecto para conseguir que un virus que antes era inofensivo para el ser humano ahora sea letal para muchos de nosotros.
¿No os parece todo esto motivo suficiente para empezar a respetar un poco más nuestro planeta y a los seres que viven con nosotros en esta, nuestra casa?
Pues por su todavía tienes dudas, a continuación te ofrecemos todos los motivos que necesitas para convencerte a comprar un coche eléctrico, más que nada porque sabemos que en el mundo que nos rodea, en nuestra sociedad, lo que más preocupa ahora mismo es la economía. En otras palabras, que nos preocupa más ahorrarnos unos euros, o conseguir el vehículo más eficiente del mercado con el ahorro como base que hacerlo porque queremos respetar nuestro medio ambiente. Ahora que, personalmente he llegado a la conclusión de que me da igual el motivo por el que alguien empiece a reciclar, cambie su viejo vehículo de gasolina por uno eléctrico, o deje de comprar plástico, lo que importa ahora mismo es que lo hagan, aunque el motivo sea el equivocado. Con las razones de peso que vamos a dar a continuación, no solo estarás haciendo una inversión de futuro, sino que además estarás contribuyendo a la sostenibilidad y a la reducción de gases.
Motivos suficientes para comprar un coche eléctrico
En su día existieron los Plan Movele, MOVEA o MOVALT. Pero para este 2019, quédate con este nombre: el Plan MOVES, que cuenta con una partida de 45 millones de euros para financiar “actuaciones de apoyo a la movilidad basada en criterios de eficiencia energética, sostenibilidad e impulso a energías alternativas, incluida la disposición de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos”. En este sentido, tenemos que hablar de ayudas a la adquisición de vehículos alternativos, entre los que lógicamente entran los coches eléctricos, ayudas a la implantación de infraestructuras de recarga, el apoyo a planes de transporte en centros de trabajo y la implantación de sistemas de préstamos de bicicletas eléctricas.
El importe de las ayudas del Plan MOVES, en caso de los coches eléctricos, será de unos 5.000 euros, aproximadamente. Pero además, se les exige a los fabricantes, importadores de coches o puntos de venta un descuento extra mínimo de 1.000 euros.
Es el gran detonante de los coches eléctricos, su punto a favor en pos de la movilidad sostenible y libre de emisiones: ni dióxido de carbono CO2, ni óxidos de nitrógeno NoX, como los coches Diesel o de gasolina. Sólo electricidad, almacenada en un paquete de baterías y que llega a las ruedas a través de uno o varios motores eléctricos. En este apartado, los coches eléctricos son los más limpios.
Y no olvidemos que la gasolina es más cara que la electricidad. Si recorres 100 kilómetros con un coche eléctrico, tendrás menos de la mitad de gastos que si lo hicieses con un coche Diesel o gasolina; todo en función del tamaño de la batería, la tarifa de electricidad utilizada para la recarga,… Hablando de eficiencia de las mecánicas (las pérdidas en la transmisión de energía desde el comienzo del proceso hasta que llega a las ruedas), un motor eléctrico alcanza el 90 por ciento, frente al 30 por ciento de un motor de combustión interna.
Existen ventajas en las grandes ciudades y alrededores. Por ejemplo, en las vías de alta ocupación, como el carril Bus VAO de Madrid, un coche eléctrico podrá circular sin necesidad de llevar un acompañante. Ya dentro de la ciudad, un vehículo cien por cien eléctrico, gracias a su etiqueta “Cero emisiones”, podrá acceder independientemente de si se ha activado algún protocolo anticontaminación que impida la circulación de vehículos.
Te aprovecharás de beneficios fiscales y en peajes. Además de las ayudas a la compra de coches eléctricos que veíamos antes, el comprador de un vehículo de estas características tiene más ventajas fiscales: está exento del Impuesto de Matriculación, tiene importantes descuentos en el Impuesto de Circulación (hasta el 75 por ciento en algunos Ayuntamientos) y cuenta con beneficios al aplicar su compra por parte de las empresas para la cesión a sus empleados en el IRPF.