Cuando hablamos del aceite de oliva lo hacemos de uno de los mayores tesoros que tiene la tan afamada dieta mediterránea. No solo hablamos de las grandes cualidades que tiene este aceite, además es que cuenta con grandes ventajas para la salud.
El aceite de oliva y su importancia
En las últimas décadas del pasado siglo XX, una serie de estudios, nos han ayudado a poder comprobar las cualidades a nivel nutricional que tiene el aceite de oliva, lo que ha servido para constatar que el consumo influye de manera positiva a la hora de prevenir enfermedades como la aterosclerosis, lo que ayuda a proteger nuestro cuerpo frente a otras enfermedades de carácter cardiovascular. Hablamos de una de las numerosas virtudes que tiene el oro líquido. Por ello vamos a presentarte algunos de los grandes beneficios que el aceite de oliva tiene para el cuerpo humano.
¿Qué beneficios tiene el aceite oliva para nuestra salud?
Pues no son pocas, pues ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares, entre ellas los ácidos grasos que están presentes en el aceite de oliva virgen, en especial el ácido oleico, los cuales ayudan a que se reducan los niveles del denominado colesterol malo, el LDL. Aumentando el bueno, el HDL. Igualmente, ayudan a que aumente la vasodilatación en las arterias, donde mejora la circulación de la sangre y se reduce la presión en las arterias.
De la misma manera, ayuda a la función digestiva y se van reduciendo las secreciones ácidas en el estómago, realizando una labor de protección frente a las enfermedades de carácter gastrointestinal.
No olvidemos que es de gran ayuda para luchar contra patologías como el estreñimiento, pues es particularmente eficaz su efecto como laxante, mejorando de forma clara la absorción por parte del intestino de los nutrientes.
Colabora efectivamente a la hora de disminuir las incidencias de complicaciones en los pacientes que sufren de diabetes tipo II. Recordemos que consumir mucha grasa saturada es lo que nos lleva al exceso de peso o a la obesidad, que son unos factores de elevado riesgo a la hora de que pueda aparecer y empeorar dicha enfermedades, por lo que las recomendaciones a nivel nutricional para las personas que tienen la diabetes tipo II, aunque están individualizadas dependiendo de las características del paciente, incluyen también el tomar la dieta mediterránea, con especial insistencia en consumir el ácido oleico que forma parte del recomendado consumo de ácidos grasos de carácter monoinsaturado.
No debemos olvidar que también ayuda a que se mineralicen correctamente, tanto los huesos como el desarrollo de los mismos. Por tanto, es de gran importancia, que esté presente en la dieta de los niños mientras crecen y también en la edad adulta de cara a limitar las pérdidas de calcio que se producen en la edad de envejecimiento, pudiendo desembocar en enfermedades como la tan temida osteoporosis.
Cuenta también con un papel muy importante en la lucha contra el estrés celular de tipo oxidativo, ya que tiene un alto contenido en vitamina E, un magnífico antioxidante fenólico.
Colabora en el aumento de la longevidad, reduciéndose las muertas por enfermedades cardiovasculares y el cáncer, donde los resultados que los estudios realizados por personal médico y científico ha terminado por demostrar que hay menores incidencias de clases de cáncer en los países de la cuenca mediteránea, que son los consumidores principales de aceite de oliva que si se compara con otros países del norte y este de Europa o de los Estado Unidos. Esto lo podemos ver por ejemplo con el cáncer de pecho, que se relaciona con el importante consumo de grasa saturada de origen animal.
Así es como el aceite de oliva se puede decir que es un verdadero tesoro que nos da la naturaleza y que merece la pena ser aprovechado por todos nosotros. Sería una sin razón no aprovecharnos de los beneficios que tiene el aceite de oliva, cuando vivimos en el principal productor de este tipo de aceite, como bien dicen desde la Cooperativa olivarera de Oleoángeles, que creen que más allá de ser su actividad, es una fuente de salud que toda la industria olivarera y el gobierno español tiene que preservar por su enorme valor. Cierto es que es más caro que, por ejemplo, el aceite de girasol, pero merece la pena rascarse algo más el bolsillo y apostar por él, pues nos puede dar muchas satisfacciones a nivel de algo tan importante como la salud de nuestro organismo.
Recordemos que solo tenemos un cuerpo y una vida, al menos que sepamos a ciencia cierta, por lo que todo cuidado que pongamos merece la pena hacerlo. Los beneficios son innumerables y por eso te animamos no solo a que consumas tú más aceite de oliva, también recomiéndaselo a todos tus familiares y amigos, ¡Qué crezca la conciencia de este aceite que nos regala la naturaleza!