Ahorrando energía

La eficiencia energética es cada día más importante, tanto a nivel económico-familiar como a nivel medioambiental y, o bien por un motivo o bien por el otro, miles de hogares españoles realizan cada año reformas y reacondicionamientos para abaratas la factura de la luz y ser un poco más ecológicos. Lo que muchas de esas familias no saben es que, a veces, es más importante reformar ciertos aspectos antiguos de una vivienda que comprar nuevos aparatos de bajo consumo.

Lógicamente, aunque nuestro aislante no sea el mejor del mundo, es complicado que en una vivienda típica española se pueda cambiar este producto porque, mientras que en otras viviendas europeas o estadounidenses las construcciones se realizan con pladur y madera, aquí los tabiques suelen estar fabricados a base de ladrillo, cola y cemento por lo que no es sencillo abrir paredes para poner aislante térmico y volver a cerrar. Ahora bien, lo que sí podemos hacer es conseguir que los cerramientos de la vivienda sean de calidad para que nos protejan tanto del frío del invierno como del calor del verano.

Es mucho más importante conseguir que puertas y ventanas aíslen bien de las inclemencias del tiempo externo que cambiar los aires acondicionados y otros electrodomésticos del hogar porque, aunque el gasto que hacen éstos es importante (no es lo mismo tener un A++ que un B), la mayor parte de la energía se escapa por rendijas de ventanas y puertas si no tienen buenos cerramientos haciendo que nuestra calefacción y aire acondicionado tenga que gastar el triple de energía.

Cerramientos eficientes

Pare elegir unas buenas ventanas que nos ayuden a ahorrar electricidad es primordial fijarnos en ciertas características antes de seleccionar un modelo u otro. Para empezar, debemos elegir la carpintería adecuada, es decir, los marcos de la ventana porque serán ellos los que nos aíslen del frío en las juntas  y rendijas. Lo mejor es el PVC y el aluminio ya que la madera es porosa y puede dilatarse tanto por frío y calor deformando así el marco. Esta carpintería de aluminio en Majadahonda es una de las mejores y con mayor experiencia de Madrid, el resultado que ofrecen es muy bueno y los precios de sus productos y servicios merecen la pena.

El vidrio que pongamos es también muy importante. No todos son iguales ni ofrecen las mismas prestaciones por lo que, posiblemente, la calidad del mismo determinará el nivel de aislamiento térmico, acústico e incluso la seguridad de la vivienda.  Por ejemplo, el cristal doble, o triple, evita las pérdidas de energía gracias a su cámara estanca de manera eficiente pero si queremos un resultado de 10, podemos inyectar gas argón en la cámara, que neutraliza aún más cualquier escape de energía o ruido. Los cristales con control solar reflejan la energía y disminuyen la incidencia de los rayos solares dejando pasar la luz y no el calor de modo que nos ayudan a mantener la temperatura interior. El cristal templado es un vidrio destinado a protegernos de lesiones en caso de rotura accidental. Este último tipo de cristal es ideal para viviendas unifamiliares con ventanas en la planta baja ya que no es difícil que los niños rompan alguna ventana jugando a la pelota en el exterior.

Pero lo más importante, ante todo, es tener encuentra dónde va a ir situada. No basta con saber si nuestro principal objetivo es aislarnos del fío, del calor o del ruido porque hay ciertos datos, como el coeficiente de transmitancia térmica de la estancia, que sólo los expertos pueden calcular y que es muy importante conocer para acertar con la elección al 100%. Además, no es lo mismo instalar una ventana nueva en un primer piso que hacerlo en una planta alta o en un rascacielos y, en esos casos, no sólo has de contar con expertos en la instalación de este tipo de cerramientos sino también con expertos en trabajos en altura. Workprotec, especialistas en soluciones de seguridad a medida para trabajos en altura, pueden proveer a cualquier empresa o comunidad de vecinos de todo lo necesario para realizar este tipo de reforma pero debemos estar seguros de que la empresa instaladora que contratamos sepa trabajar con mecanismos de seguridad de estas características: líneas de vida, sistemas anticaídas, etc.

Y recuerda siempre que  un mal aislamiento en tus ventanas hace que pierdas energía, y que tu factura de luz se dispare innecesariamente. Según el IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, la calefacción representa casi la mitad del consumo eléctrico (un 46% concretamente), así que imagina todo lo que puedes ahorrar si haces un uso más racional de la calefacción en tu vivienda.

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